Las fronteras de nuestra lengua
Las Jornadas 'Futuro en Español', organizadas por Vocento, debatirán en La Rioja el impacto en el idioma de las nuevas tecnologías
MADRID.Actualizado:El español es, según definió el escritor mexicano Carlos Fuentes, «lengua de andariegos e inmigrantes, lengua de frontera». Un idioma que ya comparten 450 millones de personas de todos los continentes y que se ha convertido en la segunda de comunicación internacional, solo por detrás del inglés. El futuro del español, el principal activo (cultural pero también económico) con el que cuenta nuestro país, se juega hoy en dos territorios: uno físico, Estados Unidos; y otro, quizá aún más importante, virtual, el que cada día diseñan y rediseñan internet y las redes sociales. Para explorar estas dos nuevas, apasionantes y exigentes fronteras del idioma nació, auspiciado por Vocento, el Foro Futuro en Español y su corolario anual, las Jornadas que se celebrarán en Logroño el 15 y el 16 de noviembre y que ayer fueron presentadas en la sede central del Instituto Cervantes.
La frase de Carlos Fuentes, escogida por el presidente de Vocento, Enrique de Ybarra, puede servir como lema de una cita que busca «el estudio de la gran potencialidad de la lengua española y su fortalecimiento como gran recurso económico a través de las innovadoras tecnologías de la información y la comunicación», tal y como apuntó De Ybarra. Las Jornadas contarán con la presencia en La Rioja de algunos de los mayores especialistas del mundo hispanohablante en cuatro ámbitos: la educación, la tecnología, el periodismo y la literatura. Ponentes como el filósofo José Antonio Marina, el economista José Luis García Delgado o la escritora María Dueñas, entre otros muchos, reflexionarán sobre la influencia de las nuevas tecnologías en el idioma común.
«Nuestro petróleo»
El director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, subrayó el interés del Instituto por aprovechar el universo de internet para fomentar el español y uno de sus antecesores en el cargo, Fernando Rodríguez Lafuente, hoy director de ABC Cultural, acuñó una poderosa metáfora para definir la importancia del idioma común: «La lengua española -dijo- es el petróleo de la sociedad hispanohablante». Un guante que recogió Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado para la Marca España, que puso Estados Unidos como ejemplo: «En fecha no muy lejana, habrá un presidente que sepa español -vaticinó-. Solo hay que ver los esfuerzos que realizan hoy los candidatos para elaborar discursos en nuestra lengua».
En la presentación de las Jornadas también intervino el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, que dejó caer un dato que revela cómo las nuevas tecnologías y el español pueden formar un matrimonio bien avenido: «El Diccionario de la RAE tiene dos millones de usuarios diarios; ahora todo parece existir gracias a estas innovaciones capaces de vencer el tiempo y el espacio».
El Foro vuela por internet, hierve de iniciativas y está abierto a la participación de todo el mundo, pero las Jornadas se celebrarán en un espacio bien acotado: el Palacio de Congresos de Logroño. El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, ante la mirada de la secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, reivindicó el buen uso del español como «patrimonio común de todos los españoles, que debemos preservar y cuidar como gran vínculo de unión entre todas las personas que aquí vivimos». Las propias jornadas son un ejemplo de compromiso conjunto: organizadas por Vocento, cuentan con el apoyo de las administraciones públicas (el Gobierno de La Rioja, la Fundación San Millán y el Ayuntamiento de Logroño), con el patrocinio de grandes empresas privadas (Iberdrola, Telefónica, Bantierra, UNIR y Dialnet) y con la colaboración de las dos grandes instituciones que velan por la salud del idioma: la RAE y el Cervantes.
Dentro de diez días, en fin, se examinará el futuro promisorio, pero no libre de peligros, de una lengua que, como apostilló Enrique de Ybarra, «no ha tocado aún su techo ni lo tocará en las próximas décadas y que debemos consolidar como el idioma del siglo XXI».