Fallece la menor que se hallaba en estado crítico
La quinta joven atrapada en la avalancha sigue estable dentro de la gravedad
MADRID.Actualizado:El mortal desenlace se esperaba desde el mismo día de la tragedia. Belén L., la menor herida de extrema gravedad en la avalancha del Madrid Arena, falleció a las 8.50 horas de ayer en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Doce de Octubre. Su muerte, que eleva a cuatro las víctimas mortales de la macro fiesta de Halloween, no fue ninguna sorpresa para los médicos, que desde el inicio sabían que las gravísimas lesiones que sufrió durante el suceso eran irreversibles.
La adolescente, que desde su ingreso en el centro hospitalario había necesitado de respiración asistida, pudo ser 'resucitada' por las asistencias médicas en el mismo recinto de la parada cardiorespiratoria que presentaba, aunque había sufrido graves daños cerebrales por la falta de oxígeno, amén de otras lesiones igualmente severas en diversos órganos fruto del aplastamiento.
Los padres de Belén, que en el momento del siniestro se encontraban en Brasil (donde trabaja el progenitor de la fallecida), pudieron dar el último adiós a su hija, ya que llegaron a Madrid el viernes. Entre tanto, habían sido sus hermanos (es la sexta de siete) los que se habían ocupado de identificarla en el hospital.
El cuerpo de la menor fue velado durante la tarde en el tanatorio de San Isidro. Su funeral se celebrará mañana en la catedral de Alcalá de Henares y probablemente sea oficiado por el obispo de la ciudad complutense.
Conmoción
La noticia del fallecimiento de Belén provocó una auténtica conmoción en la localidad madrileña de Cobeña, donde vive la familia, y en el colegio de Aldeafuente de La Moraleja, donde estudiaba bachillerato la niña.
Entre las numerosas personas que en las últimas horas acudieron al Hospital de Doce de Octubre estaban los padre de Cristina Arce, una de las otras tres víctimas mortales junto a Katia Esteban y Rocío Oña Pineda, las tres de 18 años.
La otra herida en la 'Thriller Music Park', María Teresa Alonso, de 20 años, permanece en la UCI de la Fundación Jiménez Díaz y continúa estable dentro de la gravedad, según fuentes del centro. Su vida no corre peligro pero se teme que sufra graves secuelas por la falta de oxígeno.
El padre de Katia, Ángel María Esteban Sanz, exconcejal de Daganzo, agradeció, a través de las redes sociales, el apoyo y recordó de forma emotiva a su hija. «Gracias a todos por vuestra compañía, ya sea virtual o física. Como las que nos han ofrecido amigos y vecinos. A todos, Gracias», apuntó el padre. «Duro es lo que ha pasado, solo me reconforta saber que sus últimas palabras fueron: dile a mi padre que le quiero. He tenido las hijas más maravillosas que puede desear un padre», escribió Esteban. «Katia te quiero y tu hermana y yo te vamos a echar mucho de menos», concluyó.