La compañía BIC BIC trae 'Mi amigo del alma' a La Lechera

Después del FIT, la sala Central Lechera recoge el testigo de las obras de teatro en Cádiz con la llegada de la compañía BIC BIC y el espectáculo con el que el grupo se ha estrenado, 'Mi amigo del alma', esta noche a las 21 horas. El actor sevillano José María Peña, socio fundador de la desaparecida compañía Digo Digo Teatro lidera esta nueva compañía, que llega con «mucha fuerza», y es que, su equipo lo componen grandes nombres del teatro sevillano.

De esta forma, 'Mi amigo del alma' cuenta en la dirección con Juan Carlos Sánchez, con la colaboración, además, de Juan Motilla, José Luis García-Pérez y Julio Fraga. Y, en el reparto, José María Peña (de la película 'La mula' o las series 'La República', 'La pecera de Eva' o 'Cuéntame') y José Chaves, juntos de nuevo sobre el escenario, tal y como ya lo hicieron en anteriores espectáculos como 'Recalificados', de Cía. Sala Cero Teatro o en 'Vampiros', de Digo Digo Teatro.

En 'Mi amigo del alma', Alfonsito es tanatopractor, una profesión posmoderna que le apasiona y colma sus deseos más íntimos. Después de una noche de juerga, en la que hubo de todo, un acontecimiento inesperado va a cambiar el curso de su vida. La presencia, virtual, de su mejor amigo, hará renacer en él sentimientos y recuerdos contradictorios a los que se habrá de enfrentar. Con sus herramientas de trabajo y su destreza profesional, Alfonsito tratará de colocar cada cosa en su sitio. Un nuevo personaje dará un giro inesperado a la historia. Y del contacto de estos tres trastos se precipitará un final sorprendente, que lo transportará hacia la luz del conocimiento místico y del don de lenguas.

«Este es un espectáculo hecho all'improviso. Se basa en una intuición. Partes de un personaje con el que vas abriendo caminos, opciones de 'juego', hasta que un día, con todo el material acopiado, te preguntas qué quieres contar. Miras lo que tienes, desechas lo que se ha vuelto manido y te centras en lo esencial», resalta el director de la obra, Juan Carlos Sánchez, que asegura que la obra está en la vía del humor negro. «El escenario es hoy, más que nunca, el lugar más sugestivo para alterar la realidad», cuenta el director.