Juan Ignacio Zoido, Juan Manuel Moreno Bonilla y Elías Bendodo, antes de la conferencia . :: VANESA GÓMEZ
ANDALUCÍA

Moreno Bonilla se presenta en Sevilla como valor en alza del PP-A

El secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad pronuncia una conferencia arropado por la plana mayor de su partido

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Juan Manuel Moreno Bonilla insiste en que no está en el banquillo de posibles candidatos del PP a la Junta de Andalucía. «Mi futuro está en Madrid, en el Gobierno de España y con quienes me han dado esta responsabilidad», respondió ayer el secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad del Ministerio de Sanidad en un acto en Sevilla en el que estuvo arropado por la plana mayor de su partido.

Moreno Bonilla pronunció una conferencia organizada por Forum Europa en la que defendió las reformas del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, entre ellas las de la Ley de Dependencia. Aseguró que el Gobierno no derogará la ley, pero sí acometerá reformas para hacerla «mas sostenible» que darán más participación a los profesionales de empresas privadas y menos a las familias de dependientes

La expectación por oír a Moreno Bonilla no estaba solo en su defensa de las reformas de Rajoy en la capital de una comunidad cuyo Gobierno las ha criticado duramente por suponer recortes en las transferencias de dinero. El político nacido en Barcelona pero criado en Málaga, como le presentó el presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido, aparece en las quinielas de posibles candidatos a la Junta desde la marcha de Javier Arenas.

La ambigüedad de Zoido a la hora de aclarar si aceptará o no la candidatura y la preocupación interna sobre un liderazgo que no acaba de cuajar, como queda patente cada sesión de control al presidente Griñán en el Parlamento, ha hecho que las quinelas cobren auge. En este contexto, la conferencia pronunciada ayer por Moreno Bonilla en la capital andaluza tuvo visos de una presentación oficial de un posible candidato. Él lo niega. No está en su mente. Repitió que se debe a un «compromiso» personal y político con Ana Mato, ministra de Sanidad. Mato es del círculo de Arenas, quien siempre apadrinó a Moreno Bonilla en su ascenso político. Varios presidentes provinciales del PP, entre ellos el de Málaga, Elías Bendodo, avalaron la expectación sobre el alto cargo malagueño.

Moreno Bonilla se limitó a su guión. No cayó en alardear de otros palos de la política nacional, lo que hubiera dado pistas ineludibles. Con una excepción. Para echar un capote a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, aseguró que hay indicios de que se está en la «senda del crecimiento». Pero sobre todo habló de sanidad, dependencia e igualdad. Defendió las reformas del Gobierno con vehemencia y profusión de datos. Solo se permitió una mención personal, pero sin salirse de su ámbito. Presumió de ser el primer hombre en llevar las políticas de Igualdad en el Gobierno.

Advirtió al bipartito andaluz sin mencionarlo que su Gobierno no va a derogar la Ley de Dependencia, sino que va a propiciar su continuidad con una reforma «valiente» que la haga sostenible. En su opinión, el Ejecutivo de Zapatero (promotor de la norma) la llevó al «borde del colapso y de la extinción». El secretario de Estado lo argumentó con los siguientes datos: Se han gastado 2.700 millones de euros más de los previstos; hay una deuda de mil millones de euros y una lista de espera de 300.000 personas. Defiende que se priorice a los dependientes severos y se potencie las ayudas a los profesionales. Cree un error que la prestación económica a las familias como cuidadoras de dependientes, que se concebió como «una excepción», se haya llevado «a la generalidad».