Rubalcaba y Navarro hacen de su discrepancia sobre el derecho de autoderminación un tema menor

El debate territorial pesa en el PSOE como una losa. Es, para muchos, una de las claves de su desgaste electoral. Y, sin embargo, Alfredo Pérez Rubalcaba y Pere Navarro lo sortearon hoy como si de un tema menor se tratara. El primer secretario del PSC ha defendido ante el líder del principal partido de la oposición su apuesta por el derecho de autodeterminación de Cataluña y "otros pueblos" de España, y se ha mostrado convencido de que será posible ponerse de acuerdo "también en eso" con el conjunto del PSOE. Rubalcaba, por su parte, ha alabado que "alguien con ideas firmes las defienda con tono respetuoso".

La discrepancia entre los socialistas catalanes y el resto del PSOE en este terreno es absoluta. En un desayuno organizado por el Forum Europa en el hotel Palace de Madrid, y en el que Rubalcaba ha actuado como telonero, Navarro ha alegado que el PSC se liimita a recoger una "necesidad" que comparte "la inmensa mayoría de la gente" en Cataluña, la de "decidir sobre su futuro". "La inmensa mayoría quiere decidir permanencer en España, pero debe poder haber esa posibilidad (de elección)", ha argumentado.

El PSOE no admite que se ponga en marcha una reforma constitucional que traslade la soberanía del conjunto del pueblo español al catalán; la única forma legal para que la reivindicación del PSC sea posible. Pero tanto Rubalcaba como Navarro sostienen que, pese al abismo que les separa, PSOE y PSC pueden y deben permanecer unidos. "No pienso renunciar a compartir un proyecto político y social con el PSOE", ha subrayado el líder de los socialistas catalanes.

Insisten, además, en que lo importante es que ambos defienden la permanencia de Cataluña en España. Rubalcaba ha afirmado que el PSC representa "la centralidad" porque está entre los que quieren "irse" de España y los que "se han instalado en el inmovilismo cuando no en un claro retroceso", y que Navarro defiende "una Cataluña respetada en España tal y como los catalanes quieren ser y no como aquí algunos quieren que sea".

"Puede parecer que soy un ingenuo que por querer parar a dos peleones va a llevarse golpes de los dos lados", ha apuntado a su vez el dirigente catalán. "Me parece que esta chulería nos pone en ridículo ante España y ante el mundo. Me avergüenza ver a Mas y a Rajoy apelando a las armas".