Los guardias de seguridad, víctimas de la violencia de los hinchas de Boca

Veinticinco personas resultaron con heridas, siete de ellas pertenecientes a la empresa de seguridad contratada por River Plate, durante una pelea desatada en la tribuna ocupada por los hinchas de Boca Juniors en el estadio Monumental de Buenos Aires, durante el superclásico de Argentina disputado el domingo (2-2), correspondiente a la 12ª jornada del Torneo Apertura 2012.

«Nuestra gente está bien. Son siete guardias de seguridad con heridas leves que fueron atendidos en el hospital Pirovano» de la capital argentina, anunció Pablo Vázquez, gerente de la empresa Tech Security, contratada por el club local que debía garantizar al término del partido el desalojo de las gradas en las que se encontraban los aficionados de Boca.

El resto de los heridos tampoco presenta lesiones graves, ya que en todos los casos «se trata de politraumatismos y heridas en la piel y están fuera de peligro» según Alberto Crescenti, director del servicio de emergencias de la ciudad (SAME). «El más delicado es un joven de 18 años a quien la guardia logró sacar de una parada cardiorrespiratoria», precisó.

Unos 1.200 policías federales más otros 300 de la empresa privada formaron parte del operativo de seguridad que se montó para el encuentro que terminó en un agónico empate que Boca selló en el tiempo de descuento. Ante unos 50.000 espectadores, River ganaba por 2-0 a falta de un cuarto de hora para el final, con goles de Leonardo Ponzio (minuto 1) y del uruguayo Rodrigo Mora (minuto 70), pero otro charrúa, Santiago Silva (75, de penali), y Walter Erviti (en el 91’) le dieron el empate a Boca en la vuelta del superclásico, que se celebraba por primera vez desde el regreso de River a la máxima categoría el pasado mes de junio.