'El Nacional' echa el telón

La edición más festiva del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz se cerró anoche con ópera. Con bufones, los rigolettos del viejo acomodador don Josep y su utopía renacentista. Els Joglars volvía ayer a una plaza decenas de veces transitada, con una versión más musical de un premiado clásico, 'El Nacional'. Regresaba, como en tantas otras ocasiones, para certificar aún más la calidad de la treintena de propuestas que, durante 12 días, se han desarrollado en los escenarios gaditanos.

Algunos incorporados en esta vigésimo séptima edición, como el Teatro Cómico o el Auditorio Costa Rica del nuevo Parque Celestino Mutis. Otra apertura importante para la capital gaditana ha sido la del Museo del Títere, que gracias al festival ha incorporado por primera vez una muestra de marionetas. Con un presupuesto ligeramente superior al del año pasado, la organización del FIT ha previsto para la edición que coincide con la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura, la participación de 14 países con un total de 31 grupos, 20 de ellos latinoamericanos y 11 españoles, que han ofrecido un total de 32 espectáculos diferentes.

La mala fortuna ha impedido que la fiesta del teatro de ambos lados del Atlántico -que no olvida su función reflexiva acerca de las artes escénicas- brille con toda su fuerza en uno de sus años más esperados. La lluvia ha obligado a trasladar algunos de los espectáculos concebidos para ser representados al aire libre, pero no ha sido éste el principal motivo del deslucimiento. La actriz Concha Velasco, a la que el FIT le rendía homenaje, canceló a última hora la ansiada cita, prevista para el pasado martes. Tampoco estuvo, esta vez sobre las tablas, la compañía gaditana Teatro del Mentidero, cuyo actor principal, Ramón Rivero, se retira este mismo año.

Sí acudió a su tributo, y muy emocionada, la dramaturga argentina Griselda Gambaro, ganadora del Premio Atahualpa del Cioppo de este 2012.