Berlusconi no puede dejarlo
'Il Cavaliere' anuncia que vuelve a la política, 48 horas después de abandonarla, y se marca un monólogo contra Monti, Merkel y Sarkozy
ROMA.Actualizado:Berlusconi volvió loco ayer a todo el mundo durante unas horas, al anunciar a mediodía que se veía «obligado» a regresar a la política, 48 horas después de anunciar que no se presentaría a las elecciones. Lo hizo al día siguiente de la condena de cuatro años por fraude fiscal en primera instancia, una resolución severa, aunque con muchas posibilidades de quedarse en nada, que le acusaba de tener «una capacidad natural para delinquir». Esta frase le cabreó mucho, hasta el punto de decir que el fallo le forzaba a volver para reformar la Justicia italiana, una de sus eternas promesas, «para que a nadie le vuelva a pasar lo mismo que a mí». «Pensaba dedicarme al Milan y mi fundación, pero tendré que cambiar de planes», comentó.
Tratándose de él, dio incluso la impresión de que, sabiendo que le venía una condena encima, hizo antes la pantomima de renunciar para poder volver luego empujado por las circunstancias. Cualquiera sabe. Pero a las cinco convocó una rueda de prensa, que fue simplemente un monólogo delirante. Al menos desinfló la noticia: reiteró que no se presentará, que en su partido habrá primarias en diciembre y que no competirá en ellas, pero que sigue en política «para trabajar por el país». «Me propongo dedicar la máxima parte de mi tiempo a continuar la obra de modernización y cambio que empecé en 1994», informó.
Es decir, nada nuevo, porque ya se imaginaba que correría por un escaño, más que nada para gozar de inmunidad judicial. Sin nada que decir, se dedicó 50 minutos a despotricar un poco de todo. Fue como un ataque de síndrome de abstinencia. No puede dejarlo. La caótica jornada solo sirvió para confirmar que, una de dos, o está como un cencerro o es un genio. Y que puede volver en cualquier momento con cualquier excusa. Pero habrá que ver qué se inventa para levantar a su partido en los sondeos, hundido en un 14%, veinte puntos menos que cuando ganó en 2008.
«Asesinato» a su credibilidad
Como se imaginaba la renuncia del miércoles no quiere decir que Berlusconi se retire al Caribe. Seguirá muy presente y su divagación de ayer le mostró muy envenenado. Fue un programa político y electoral empapado de populismo, abominando de las recientes subidas de impuestos -definió Italia como «un régimen de extorsión fiscal»- e incluso con una amenaza explícita al primer ministro Mario Monti de que quizá le retire su apoyo en los próximos días. Significaría la caída del Gobierno técnico que sustituyó a Berlusconi en noviembre y elecciones anticipadas, aunque ya deberían ser en abril. El líder de la derecha tuvo palabras durísimas contra Alemania y Angela Merkel, a quien acusó de agravar la crisis con su egoísmo. Es más, le atribuyó a ella y Sarkozy una conspiración contra él por ser el único que se les oponía en las cumbres europeas. La famosa escena en que sonrieron al oír su nombre fue, acusó, «un asesinato a mi credibilidad internacional».
Sobre su condena coleaban ayer los análisis, pero queda claro que su impacto será reducido. Además de que puede prescribir en 2014 antes de ser definitiva en el Supremo, el indulto que él aprobó en 2006 deja la pena en un año, que cumpliría en arresto domiciliario por tener más de 70 años -otra reforma suya-. Pero quedarían dos de inhabilitación pública, lo único que podría dañarle.