Griñán apoya a Rubalcaba, pero le pide autocrítica y otro rumbo al PSOE
Deja abierta la puerta del liderazgo nacional: «Nunca sé lo que voy a hacer cuando llegue el momento»
Actualizado:Griñán sigue dando una de cal y otra de arena al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Por un lado insiste en dar «todo mi apoyo» al líder de los socialistas, pero por otro le pide que haga autocrítica y cambie el rumbo del PSOE. En una entrevista ayer en la cadena Ser, Griñán rechaza un congreso extraordinario en el PSOE «ni antes ni después de las catalanas», pero en su tono crítico y en el reconocimiento de que todavía no ha hablado con Rubalcaba tras las elecciones gallegas y vascas, se desprende que los dos veteranos socialistas mantienen un serio pulso en el seno del partido. «No se han hablado, aunque sí se han mandado SMS», aseguran fuentes socialistas.
En este clima de tensión que los cercanos a ambos reconocen, sus declaraciones son analizadas con lupa por si de ellas se deducen nuevos movimientos en el principal partido de la oposición a Rajoy. Es lo que ocurrió en la entrevista que le realizó la periodista Pepa Bueno en la 'Ser'. Griñán, que apoyó a Carme Chacón en las primarias, respondió varias veces que no es su intención aspirar al liderazgo del PSOE. «Soy presidente de Andalucía, ese es mi mayor honor, esa es mi función», dijo en un momento. «Yo veo a Rubalcaba asumiendo su responsabilidad siempre, jamás en mi vida voy a asumir la responsabilidad de otros», respondió en otra ocasión.
Pero ante la insistencia sobre si daría un paso al frente si el partido se lo pidiera, Griñán respondió de forma cortante: «Nunca sé lo que voy a hacer cuando llegue el momento; y las circunstancias me condicionarían todo, pero en este momento mi apoyo es para la actual ejecutiva».
Presidir una gestora
La ambigua respuesta puede interpretarse como que Griñán deja la puerta abierta a sustituir a Rubalcaba en un futuro si el líder de los socialistas decidiera tirar la toalla tras las catalanas, cuyos resultados se prevén malos para el PSC. Cercanos al mandatario andaluz, sin embargo, creen que ni por asomo está en su mente asumir el liderazgo del PSOE para lo que tendría que dejar la presidencia de la Junta, con la que se siente plenamente satisfecho.
Tampoco tiene aspiraciones para un futuro. Griñán es incluso mayor que Rubalcaba. Ahora bien, algunas voces socialistas consultadas no descartan que, llegado el caso, Griñán, como presidente del PSOE y como mayor cargo institucional socialista, aceptara asumir la dirección temporal de una gestora hasta un congreso extraordinario. Es lo que hizo Chaves en el proceso de primarias del que salió elegido José Luis Rodríguez Zapatero en 2000. «Eso por ahora es política ficción», asegura un dirigente andaluz.
Esta misma fuente sugiere que la preocupación por el rumbo del PSOE no viene tanto por el resultado de las elecciones gallega y vasca como por las encuestas del CIS, que sitúan al PSOE muy alejado de una posibilidad de alternativa de gobierno y a Rubalcaba muy mal valorado.
Griñán eludió confirmar la tregua hasta las catalanas que el PSOE andaluz podía estar dando a la dirección federal, como dio a entender su vicesecretario general en Andalucía, Mario Jiménez, la pasada semana. «Cuando hay elecciones no tengo plan B», contestó. Fue explícito sobre la posibilidad de un congreso extraordinario del PSOE. «Ahora no toca, de ninguna manera», subrayó.
Pero también dejó claro que la dirección del PSOE no está llevando a cabo el proyecto que se aprobó en febrero en Sevilla. «Cada uno tiene que hacer su autocrítica», dijo en clara alusión a Rubalcaba y a su equipo. También corrigió a Rubalcaba cuando este culpó de la derrota a la marca PSOE. «El PSOE no tiene culpa, en todo caso el PSOE somos sus dirigentes, lo orgánico no tiene que ver en la derrota», enfatizó. «Hay un problema de confianza y de credibilidad en el partido», diagnosticó el andaluz.
Griñán añadió que se podría mejorar con una oposición «más sensible y útil». En el PSOE andaluz se cree que el partido no conecta con la sociedad porque aparece ante esta sin proyecto ni alternativas, no defiende sus intereses y ha actuado sin respuesta ante el auge independentista y nacionalista. Griñán habló hasta tres veces de que se debe estar con los desahuciados y horas después la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, reconoció que el PSOE debió haber modificado la ley cuando gobernó para que ahora las personas embargadas por la crisis no se hallen desesperadas.
Griñán reprochó que el PSOE siga cargando con la mochila de la herencia recibida, que el PP utiliza para desautorizarle. Si bien, él mismo aludió a los errores de Zapatero como el de la reforma de la Constitución para obligar a las instituciones públicas a la estabilidad presupuestaria.
Errores y cosas espléndidas
Es la primera vez que el presidente andaluz exterioriza su desacuerdo con aquella decisión del Gobierno de Zapatero hace ahora un año cuando Rubalcaba ya era candidato. También es la primera vez que un dirigente del PSOE reconoce que fue un error pactar con el PP una reforma exprés de la Carta Magna para echar cerrojo al gasto público. «Pensamos que garantizaría el ahorro de los pequeños inversores en deuda y lo que hicimos fue garantizar la especulación sobre la deuda». Griñán dijo que hay que asumir errores como este, pero también sacar pecho por los aciertos y las «cosas espléndidas» de los años de gobierno del PSOE.