Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
MUNDO

El Vaticano enfría el indulto a 'Paoletto'

El exmayordomo de Benedicto XVI ingresa en prisión para cumplir su condena mientras se abre el expediente para despedirle

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ CORRESPONSAL
ROMA.Actualizado:

El mayordomo desleal de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, 'Paoletto', entró ayer en la prisión de la Gendarmería vaticana al no haber recursos a la sentencia para cumplir su año y medio de cárcel por robo de documentos reservados, filtrados en el llamado escándalo 'Vatileaks'. La gracia del Papa, que se da por descontada, no llega y desde ayer parece menos rápida, porque la secretaría de Estado del Vaticano envió entre rejas a 'Paoletto' con una severa nota que enfriaba la posibilidad de un indulto a las primeras de cambio. «Presupone razonablemente -advertía- el arrepentimiento del reo y la sincera petición de perdón al Sumo Pontífice y a cuantos han sido injustamente ofendidos», que son legión, pues han sido publicados un centenar de cartas y papeles de todo tipo.

El caso es que 'Paoletto' no se mostró muy arrepentido durante el juicio. «No me siento un ladrón», fueron sus últimas palabras antes de la sentencia, y solo sentía haber herido al Papa. Seguía pensando que actuó por el bien de la Iglesia, aireando trapos sucios para desatar una limpieza interna. En este sentido, el comunicado casi lamentaba que «en relación al daño causado, la pena aplicada parece tibia y equilibrada».

La nota también hacía oficial que se abre el expediente de despido de Gabriele, previsto en el reglamento interno, que también le veta para volver a ser contratado. Es un tema muy delicado. Gabriele vive con su mujer y tres hijos dentro de los muros vaticanos, y a efectos de imagen sería negativo echarles de casa. Por otro lado, tampoco se puede dejar suelto a 'Paoletto' cuando salga de la cárcel, porque con lo que sabe puede seguir dando problemas, sobre todo si anda mal de dinero. Es probable que se le busque una colocación, pero fuera de la Santa Sede.

La secretaría de Estado quiere zanjar el asunto como «un asunto triste con consecuencias muy dolorosas», intentando hacer ver que no se puede tomar a la ligera: «Se ha producido una ofensa personal al Santo Padre (...), se han creado prejuicios hacia la Santa Sede (...) y se ha causado escándalo en la comunidad de fieles».

Aunque quizá ese escándalo no se ha producido tanto por la filtración como por lo que destapaban, las guerras internas de la Curia y sus asuntos sucios, pero el Vaticano nunca ha querido entrar en el fondo del asunto. La secretaría de Estado, dirigida por el 'número dos', Tarcisio Bertone, principal blanco de los ataques de 'Vatileaks', subraya que Gabriele «ha llevado a cabo su proyecto criminal sin instigación o incitación por parte de otros» e insiste en que las «conjeturas sobre complots o implicación de otras personas se han revelado, a la luz de la sentencia, infundadas».

Es éste el punto más risible, que revela el interés del Vaticano en dar carpetazo al asunto y hacer ver que 'Paoletto' actuaba solo. La instrucción no se ha esforzado en buscar cómplices. Sin embargo, el Papa ordenó una investigación paralela, ya en serio, de tres cardenales detectives que podía interrogar a otros purpurados de igual a igual. Ya le han entregado su informe, y es secreto.