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MUNDO

Bill Clinton contra Romney

El expresidente se deja la piel para ayudar a Obama a arañar votos en los Estados donde se juegan las elecciones

JUAN PABLO NÓBREGA
NUEVA YORK.Actualizado:

Escarmentada por el error de Al Gore en 2000, la campaña demócrata ha otorgado a Bill Clinton un papel central en la lucha por la Casa Blanca, cuyas horas más intensas pueden estar por llegar. Tras su sonada intervención en la convención de Charlotte que encumbró a Barack Obama, el expresidente se ha multiplicado en los medios y ha aireado su carisma en algunos de los anuncios televisivos más sopesados de la contienda. En los mítines se ha dejado ver menos, pero sus recetas y consejos se encuentran en la médula espinal de los discursos del presidente.

La pasada primavera, cuando Mitt Romney venció en las primarias del Partido Republicano, el equipo de Obama cambió súbitamente la estrategia de etiquetar al exgobernador de Massachusetts como un tipo inconsistente y algo chaquetero, para pasar a considerarlo un conservador extremo. La observación de Clinton habría proporcionado un rédito claro a los demócratas en sectores importantes del electorado, como las mujeres y los hispanos, si bien algunos analistas apuntan que ese empeño en pintar a Romney como alguien que en realidad no es puede al final volverse en contra del presidente y hacerle daño.

Con Ohio y Virginia en el alero y Florida decantándose cada vez más del lado republicano, Obama recurre al Clinton de carne y hueso para hacer campaña juntos por primera vez. Si las encuestas no fallan, la suerte del próximo inquilino de la Casa Blanca depende de esos tres Estados clave. En Ohio, el presidente marca una ligera ventaja pero dentro del margen de error de los sondeos, mientras en Florida -donde George W. Bush hizo historia hace doce años- es Romney quien lleva las de ganar. El revulsivo de contar con el exmandatario ha insuflado de moral a los demócratas, que ahora ya no ven imposible recortar distancias e incluso llevarse los codiciados votos electorales del Estado sureño.

Romney, líder en los sondeos a nivel nacional, siente mucho respeto por el cambio de dinámica que puede suponer la incorporación de Clinton a la caravana demócrata. «Si hay algo que hemos aprendido en esta campaña es que unas pocas palabras de Bill Clinton pueden hacer mucho bien a cualquier hombre», declaró el mes pasado en Nueva York.

Respaldo de Colin Powell

Obama concluyó anoche una gira a paso ligero por ocho Estados. En Chicago aprovechó para depositar su voto adelantado, mientras se apoyaba en las polémicas declaraciones sobre la violación y los embarazos del aspirante a senador republicano por Indiana Richard Mourdock para cargar contra Romney. Ayer, Colin Powell, exsecretario de Defensa de George W. Bush, dio su respaldo a la candidatura demócrata en un movimiento que eleva la credibilidad del programa de política exterior defendido por Obama en el último debate televisado.

Mitt Romney, por su parte, concentraba sus esfuerzos en Ohio, donde está obligado a ganar si quiere convertirse en el 45º presidente de EE UU el próximo 6 de noviembre.