La sanidad se queda sin paciencia
Los hospitales de la provincia registraron el mayor seguimiento de la huelga de médicos en Andalucía y simbolizaron el hartazgo de un estamento clave
Actualizado:La pésima gestión que las administraciones públicas han dedicado a los ciudadanos durante, al menos, los últimos seis años provocó ayer una movilización que, aunque sin incidentes, resultó ser de una gravedad considerable. En este caso, el grito silencioso iba dirigido contra la Junta de Andalucía, encargada de administrar la sanidad pública desde hace lustros y con miles de millones de presupuesto. A pesar de tener ese margen de maniobra, el Servicio Andaluz de Salud ha conseguido agotar la paciencia de los médicos que forman la base fundamental, los cimientos inquebrantables, del sistema público de asistencia. La mala elección a la hora de aplicar recortes ha conseguido que un sector clave protagonizara ayer un paro mayoritario que paralizó los hospitales andaluces. Especialmente sensible fue en la provincia de Cádiz, la que registró mayor incidencia de todas las andaluzas.
La merma paulatina de sus ingresos y el incremento de sus horas de servicio demuestran que las prioridades de la Junta de Andalucía a la hora de racionalizar sus cuentas públicas están erradas, que atacan a un pilar de la sociedad mientras mantiene intactos pozos de dinero que acaban en servicios sin apenas incidencias en los ciudadanos.
Aunque no hubo ningún tipo de disturbios, el estado de anestesia en el que entraron ayer los hospitales gaditanos debe ser considerado como un toque de atención que merece toda la atención, el mayor análisis y, por fin, un giro radical en la gestión.