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Economia

El verano fue solo una tregua

Aconseja adoptar más medidas para reducir el déficit en caso de desviación de las cuentas públicas El Banco de España cifra en el 0,4% la caída del PIB en el tercer trimestre

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

La avalancha de estimaciones sobre crecimiento y déficit, para este año y el próximo, confirma que, tras la relativa tregua de finales del verano, en España quedan malos tiempos a los que hacer frente. En la recta final de este año coincidirán los efectos de los ajustes presupuestarios, la contracción del consumo por el alza del Impuesto sobre el Valor Añadido y la marcha atrás de algunos países europeos que debieran ser motores de crecimiento y son destino de las ventas de bienes y servicios de los productores españoles. La novedad, en este caso positiva, es que -según el avance del Banco de España-, en el tercer trimestre de este año el Producto Interior Bruto (PIB) retrocedió el 0,4%, lo que significa que la actividad evolucionó un poco menos mal de lo que inicialmente se había estimado.

Incluso se llegó a mencionar un desplome trimestral de siete décimas. Con relación a un año antes, el descenso fue del 1,7%. Explica el instituto emisor que, entre julio y septiembre, los consumidores anticiparon compras para adelantarse a la subida del IVA. También el plan de pago a proveedores supuso un considerable alivio para las sociedades y empresas individuales. Pero las proyecciones a futuro incorporan el mayor deterioro de la economía europea en la recta final del ejercicio y de cara al futuro inmediato. No solo la recta final de este ejercicio, sino que también el año 2013 puede ser peor. Por eso los institutos privados, que secundan el informe de la entidad emisora y han corregido hasta dejar en el 1,6% -una décima menos que en sus proyecciones anteriores- la caída prevista del PIB este año, desplazan ahora el lado oscuro de sus proyecciones hasta el próximo ejercicio.

La Fundación de las Cajas de Ahorro ya vaticina para el año que viene un desplome adicional del 1,8%. Y, lo que es muy inquietante, avanza que la tasa de paro se disparará hasta un pavoroso 27,2% el año próximo. Por descontado, ningún servicio de estudios comparte la previsión del Gobierno, que cifra en el 0,5% la caída adicional el PIB en 2013. Dice el ministro de Hacienda que ninguno de ellos toma en cuenta los efectos de las reformas puestas en marcha por el Ejecutivo. Sea cual sea la causa, la media del consenso se queda en un retroceso del 1,5%, que coincide con la estimación del Fondo Monetario Internacional. Algo se mueve, y no en la buena dirección: la media ahora calculada representa cuatro décimas menos que la proyección precedente.

Analistas Financieros Internacionales, Intermoney y Cemex, entre los consultados, vaticinan un desplome del 2%. La escuela de negocios Esade, el Centro de Predicción Económica (Ceprede) o el Instituto de Estudios Económicos mencionan una merma del PIB del 1,2%. Y a medio camino se quedan el servicio de estudios de BBVA (caída del 1,4% o el de CEOE, que cifra el retroceso en el 1,6%). En total,10 de los 19 servicios de estudios consultados han empeorado sus estimaciones para el próximo año. Todos ellos inciden en la fuerte caída de la demanda nacional. Ni el consumo, lastrado por la caída de los ingresos familiares, ni la inversión, fuertemente tocada por el desplome de las partidas del gasto público, sacarán a flote la actividad el año próximo.

Más medidas

En lo que va de este año, el Banco de España confirma lo que adelantó el ministro de Economía, Luis de Guindos, y seguramente ratificará el Instituto Nacional de Estadística en el avance previsto para el próximo lunes. El PIB cayó el 0,4% entre julio y septiembre, de manera que sufrió un retroceso similar al del trimestre anterior. La demanda interna retrocedió entre julio y septiembre el 1,2%, dos décimas menos que en el anterior trimestre, porque los hogares anticiparon compras para no pagar un IVA más elevado.

Por el contrario, el consumo público prosiguió una trayectoria descendente, como consecuencia de los ajustes. Retrocedieron las compras de bienes y servicios, el empleo público y la financiación de proyectos de obra civil. En sentido opuesto, la demanda externa aportó ocho décimas a la evolución del Producto Interior Bruto.