El rotundo triunfo de Feijóo disipa las dudas de los 'barones' del PP
«¿Yo el sustituto de Rajoy? Es un disparate, supongo, un chiste», ironiza el presidente gallego tras la reunión de la dirección popular
MADRID. Actualizado: GuardarLa victoria de Alberto Núñez Feijóo ha tenido un doble efecto balsámico para Mariano Rajoy: disipar la sensación de que los ciudadanos comenzaban a darle la espalda, como aseguraba el PSOE, y, en clave interna, apaciguar los temores de algunos 'barones' territoriales del PP a que la senda de los recortes les llevaría a una segura derrota electoral en sus territorios. Rajoy, durante su intervención ante el comité de dirección que el PP celebró ayer, dejó claro que el éxito de Feijóo en Galicia demuestra, sin lugar a dudas, que las políticas coherentes y de responsabilidad del Gobierno «son rentables a medio y largo plazo».
María Dolores de Cospedal, durante la comparecencia después de la reunión, ironizó sobre los supuestos nervios de los 'barones' populares. Enfatizó que tanto ella en Castilla-La Mancha como el resto de presidentes autonómicos del PP lo son «gracias» al partido y a Rajoy. Reconoció que la actual coyuntura económica obliga a los cargos públicos del PP a tomar el camino más empinado, pero insistió en que la austeridad es la única senda para cumplir los objetivos de déficit y conseguir el acceso a una financiación más barata.
En las semanas previas a los comicios del domingo, se sucedieron desencuentros entre la dirección del PP y varios gobernantes autonómicos. El extremeño José Antonio Monago pidió que el Ejecutivo diera marcha atrás con la subida del llamado IVA cultural, y Alberto Fabra, Luisa Fernanda Rudi y José Ramón Bauzá, presidentes de la Comunidad Valenciana, Aragón y Baleares, protestaron por la inversión que contemplan los Presupuestos Generales del Estado para 2013 en sus comunidades. En privado, las quejas y los temores eran más descarnados.
La secretaria general del PP, en sintonía con lo que Rajoy dijo a los suyos en la reunión a puerta cerrada, aseguró que la mayoría absoluta en Galicia pone de manifiesto que hay que gobernar «sobre la realidad» y no sobre cosas que, a su juicio, parecen que existen. «Si esto tranquiliza a a algunos ('barones'), está bien que los tranquilice, pero yo creo estamos concienciados», remató Cospedal. Rajoy agradeció a Feijóo la política «valiente» que llevó a cabo en Galicia desde que llegó a la Presidencia de la Xunta en 2009. «Cuando uno gobierna y gobierna de verdad al final los ciudadanos le otorgan su confianza», subrayó.
Cospedal, muy sonriente en su comparecencia, endureció su gesto cuando fue preguntada sobre si Feijóo está llamado a liderar en el futuro el PP, una hipótesis que se disparó tras su victoria del domingo. «El sucesor de Mariano Rajoy es Mariano Rajoy», exclamó la número dos de la formación gubernamental en un claro intento de frenar un debate que, a juicio de los populares, no lleva a ningún sitio.
Más difícil de interpretar fue la respuesta que dio el propio Feijóo al abandonar la sede nacional del PP, cuando fue interrogado sobre si se veía como el sucesor. «¿Yo el sustituto de Rajoy? Eso es un disparate, supongo, un chiste», indicó el dirigente gallego.
Dudas sobre el rescate
Rajoy no sólo habló de los comicios de Galicia y el País Vasco. Compartió con la cúpula de su formación sus dudas ante la posibilidad de solicitar en la Unión Europea un rescate «blando» de la economía española. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, mostró su convencimiento durante las campañas gallegas y vascas que Rajoy aguardaría hasta después de las elecciones para solicitar el rescate. Rajoy expuso que aún no se cumple ninguno de los tres requisitos para que España de ese paso. Uno depende de él mismo, presentar una solicitud formal de ayuda al Banco Central Europeo.
Sobre los otros dos aún hay importantes flecos que dilucidar como las posibles condiciones que fije Bruselas a cambio de la nueva línea de crédito y tener la seguridad de que todos los parlamentos de países de la zona euro van a respaldar la reclamación española.Sin tiempo casi para celebraciones, el PP ya prepara otra cita electoral, la de Cataluña.
La secretaria general del Pp, ante la advertencia de Artur Mas a Mariano Rajoy para que tome nota del resultado en el País Vasco, señaló que «a lo mejor el que tiene que tomar nota es él», en alusión a que tal vez a CiU le pueda pasar como al PNV y no logre la mayoría absoluta ante el ascenso de formaciones más radicales como sería, en el caso catalán, Esquerra Republicana de Catalunya.