![](/cadiz/prensa/noticias/201210/17/fotos/5495264.jpg)
El Museo ya tiene a sus títeres
Más de ochenta marionetas mexicanas, traídas a Cádiz para la inauguración del FIT, son las primeras moradoras del espacio expositivo de las bóvedas de Santa Elena
CÁDIZ. Actualizado: GuardarPancho Villa, Hernán Cortés, Lucía de Lamermoor, Manolete y Caperucita han dormido juntos esta noche en las bóvedas de Santa Elena. Son los primeros moradores del Museo Iberoamericano del Títere, abierto este verano y que, hasta ahora, solo había albergado dos exposiciones de arte contemporáneo, 'TransARTlántica' y 'WeArtCádiz'. Con la llegada del Festival Iberoamericano de Teatro, el edificio ha vuelto a cobrar vida con tres muestras simultáneas relacionadas con las artes escénicas.
La más importante, en tanto en cuanto supone un ensayo de lo que deberá ser el museo a partir de 2013, es 'Identidad y Teatro Popular', una exposición formada por una selección de 80 marionetas mexicanas de la colección del Teatro Carpa Rosete Aranda-Espinal (compuesta por casi 900 piezas). Éste es uno de los conjuntos de títeres de los dos que engrosan la colección del Instituto Nacional de Bellas Artes del país mexicano que, además, ha traído para la ocasión la muestra fotográfica 'Teatro mexicano actual'. Las alegres pinturas del colombiano Diego Pombo, autor de los carteles del FIT de 1991 y 2012, completan la trilogía artística inaugurada ayer en el Museo Iberoamericano del Títere. Las primeras marionetas que lo habitan -aunque sea de forma temporal, a la espera de que lleguen la Tía Norica y la colección de Ismael-, son la selección de la compañía Rosete Aranda Espinal, que llevó la ilusión de los muñecos por toda Latinoamérica desde 1835 hasta 1961, «primero en la carpa, para acabar después en la televisión», como destacó ayer uno de los responsables de la Coordinación Nacional de Teatro INBA, Juan Meliá. Las marionetas Rosete Aranda-Espinal interpretan una microhistoria política, social y cultural de México. Los acontecimientos que dieron fortaleza y rumbo a la nación fueron llevados al pequeño escenario hasta la desaparición de la compañía. Sirvan como ejemplos las bellas piezas seleccionadas para la exposición gaditana. En ella, situada en la planta baja del museo, se recogen los tiempos en que México se hablaba con acento español. La influencia de la cultura de la madre patria se refleja en marionetas de toreros (Manolete incluido) o en la de los chulos y chulas madrileños. En el recorrido, el visitante podrá ver, además, algunos de los nombres propios del independentismo mexicano, rectos Agustín de Iturbide, Don Miguel Hidalgo Castillo, Porfirio Díaz o el mismísimo Pancho Villa. Como catalizadora de la cultura que fue durante tantas décadas esta compañía, otra parte importante de la colección es la que hace referencia a la representación de óperas como 'Tosca' o 'Turandot' y de cuentos infantiles como 'Caperucita'. El folclore mexicano también está presente en esta exposición con figuras de charros, gauchos y danzantes.
Al igual que Meliá, el artista Diego Pombo dijo sentirse muy orgulloso de pertenecer a la familia del FIT, recién inaugurado. Suyo es el cartel de esta edición, una colorida y barroca pintura preñada de la iconografía popular de las dos orillas del Atlántico, que forma parte además de una exposición de una docena de cuadros traídos especialmente para el festival de teatro.
Estas tres exposiciones podrán visitarse hasta el próximo 16 de enero. A partir de entonces, la casa de los títeres empezará a recibir a sus eternos inquilinos.