Clinton saluda a la expresidenta chilena, Michelle Bachelet, en presencia del mandatario peruano. :: PAOLO AGUILAR / REUTERS
MUNDO

Hillary asume la culpa

La secretaria de Estado da un respiro a Obama al hacerse responsable del asesinato del embajador en Libia

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La crisis abierta a causa del atentando que costó la vida al embajador estadounidense en Libia ha desplazado a Irán, Siria o Afganistán como el asunto más caliente de la campaña electoral estadounidense en todo lo referente a la política exterior. Mitt Romney y su lugarteniente, Paul Ryan, que arrastran la fama de no saber qué se cuece más allá de las fronteras de su país, no han cesado hacer un retrato en blanco y negro, señalando a Obama como responsable directo de la falta de seguridad que permitió a un grupo islamista matar a Chris Stevens y otros tres ciudadanos norteamericanos el pasado 11 de septiembre.

Con el objetivo de resguardar a Obama de cara a su crucial debate celebrado anoche, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, dijo el lunes en Lima y sin enredarse en justificaciones: «Asumo toda la responsabilidad». En un discurso pronunciado tres días antes, había ensalzado el rol de su Departamento como garante de la seguridad en las complejas operaciones diplomáticas que se llevan a cabo en Oriente Próximo y norte de África pero se guardó mucho de asumir las culpas por lo sucedido en Bengasi. Ahora, obligada por la necesidad de liberar a Obama de ese peso, opta por dar un paso al frente: «Quiero evitar que esto se convierta en una emboscada política».

La oposición republicana ha criticado que la Administración Obama defendiera en un primer momento que el ataque se produjo como consecuencia de las violentas protestas que se desataron a raíz de un vídeo producido en EE UU que caricaturiza a Mahoma.

Azuzados por las presiones funcionarios del Departamento de Estado terminaron por admitir que no hubo ningún tipo de protesta o manifestación a las afueras del consulado. Clinton recordó que, justo después de un ataque, siempre hay confusión, pero desde entonces ha cambiado la información de Inteligencia.

El mea culpa de Clinton coincide con una información en The New York Times donde se asevera que el Pentágono, con el visto bueno del Congreso, ha reservado 6,1 millones de euros para ayudar al Gobierno libio a combatir extremistas islámicos como los que causaron la muerte al embajador. Con esa partida, desviada del presupuesto de ayuda militar a Pakistán, Washington quiere poner en marcha una fuerza de élite libia de hasta 500 miembros.

El plan estaba en marcha antes de que se produjera el atentado de Bengasi, según rezan los documentos internos del Gobierno y varios funcionarios citados por el rotativo neoyorquino.