Operación. Agentes de la Policía Nacional registran una de las naves en el polígono industrial Cobo Calleja. :: F. ALVARADO / EFE El 'emperador'. Gao Ping, supuesto jefe de la red desarticulada. :: R. C.
ESPAÑA

Golpe al corazón de la mafia china

Entre los arrestados se encuentra el actor porno Nacho Vidal, un concejal del PSOE y tres funcionarios La red blanqueó 300 millones al año procedentes de la distribución a las tiendas 'todo a cien' Más de cien detenidos en la mayor operación de la historia de España contra el crimen organizado

FUENLABRADA (MADRID). Actualizado: Guardar
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La Policía asestó un golpe policial sin paragón en la historia de la lucha contra el crimen organizado en España. Es más, aseguran en el Ministerio del Interior, es una de las mayores redadas contra las mafias chinas jamás realizadas fuera de Asia. Las cifras dan cuenta de la envergadura de la denominada 'operación Emperador', que toma su nombre del apodo que usaba el cabecilla del entramado, el conocido empresario y mecenas chino Gao Ping. Entre 200 y 300 millones de euros blanqueados al año; 110 órdenes de detención; 80 arrestos al cierre de esta crónica; 124 registros en ocho provincias diferentes; 202 vehículos de alta gama y numerosas armas decomisadas; seis millones de euros en efectivo incautados; unas 200 cuentas en 50 bancos bloqueadas; y cerca de medio millar de funcionarios de la Policía y la Agencia Tributaria movilizados durante días. Además de Ping, entre los arrestados hay dos nombres conocidos: el del actor porno Nacho Vidal y José Borrás, concejal socialista en el ayuntamiento madrileño de Fuenlabrada.

La gigantesca redada se desató en la madrugada de ayer en el 'Chinatown' español, el polígono industrial Cobo Calleja, en Fuenlabrada, el mayor centro de almacenamiento y distribución de mercancía asiática de Europa con más de un millón y medio de metros cuadrados ocupados por naves. Antes del amanecer, funcionarios de la Policía pertenecientes a ocho unidades diferentes, entre ellas GEO, antidisturbios, especialistas en delitos económicos o en inmigración clandestina, acompañados de miembros de la Agencia Tributaria e Interpol-España empezaron a irrumpir en los epicentros de la mafia de 'El Emperador': sus naves en Fuenlabrada, su lujoso chalet en Somosaguas, sus viviendas repartidas por el resto de Madrid.

Al mismo tiempo otros agentes practicaban detenciones y allanamientos en diferentes puntos de la Comunidad de Madrid, como Getafe, Parla, y los distritos madrileños de Legazpi o Cuatro Caminos, Barcelona -donde fueron arrestadas seis personas- Málaga, San Sebastián, Valencia, Murcia, Alicante y Zamora. La operación fue coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien, además de disponer la captura de 110 personas en España, pidió el arresto en el extranjero de otras 17 en siete países diferentes y dictó órdenes de búsqueda a través de Interpol a Italia, Alemania, Bélgica, Israel y China.

Tremenda envergadura

Dada la tremenda envergadura de la trama, compuesta por tres grupos diferentes, Andreu necesitó de la ayuda de los otros cinco juzgados de instrucción de la Audiencia Nacional para llevar a buen puerto esta operación y los tres años previos de investigaciones. La Fiscalía Anticorrupción y Hacienda empezaron a sospechar en 2009 que tras la distribución de Cobo Calleja a los bazares chinos había mucho más que el 'todo a cien'. La confirmación vino al comprobar que solo una pequeña parte del contenido de los containers procedentes de China, un tránsito controlado casi siempre por 'El Emperador' a través de la empresa Gold City, era declarado. El fraude se repetía en las ventas al por mayor de esos productos a los pequeños comercios. Y todo ello con la ayuda de tres funcionarios españoles ya detenidos: un sargento de la Guardia Civil, un inspector de la Policía y funcionario de gestión tributaria local.

Los beneficios generados por esa ocultación al fisco, hasta 20 millones de euros al mes, según Anticorrupción, eran blanqueados a través de una gigantesca lavadora de dinero, cuyo tamaño tardará aún semanas en determinarse. Solo en los locales y la vivienda de Gao Ping los agentes se incautaron de entre tres y cuatro millones de euros en efectivo. Otros dos millones largos aparecieron en otros comercios. La Policía cree que la cantidad en contante y sonante que puede aparecer rondará los diez millones de euros.

La trama, de acuerdo a la Fiscalía, tenía dos formas de lavar su fortuna. Una, la más burda, era la contratación de terceras personas que viajaban en coches y trenes hasta China con bolsas y maletas cargadas de billetes. La segunda, más sofisticada, era a través de un grupo de abogados y gestores españoles e 'inversores' israelíes, algunos también detenidos. Los occidentales blanqueaban a través de paraísos fiscales y agencias de transferencias por el llamado sistema de compensación y enviaban dinero a Asia desde los paraísos, y los chinos entregaban los billetes en efectivo en Madrid.

Luego, la mafia reinvertía el beneficio oculto de las ventas de los bazares en un inmenso abanico de actividades, legales, como karaokes, restaurantes o inversiones inmobiliarias; o ilegales, como redes de prostitución, narcotráfico, salas de juego clandestinas, redes de extorsiones y tramas de contratos falsos.

Facturas falsas

Y es ahí aparece la figura del actor porno Nacho Vidal, nombre artístico de Ignacio Jordá González. La Policía sospecha que Vidal, arrestado en su casa de Mataró, pudo poner alguna de sus empresas, entre ellas una productora, al servicio del lavado de fondos gracias a la intermediación de su hermana, María José Jordá, y el marido de ésta, ambos detenidos en en el municipiobarcelonés de Argentona y acusados de emitir facturas falsas para los chinos.

En cuanto al socialista José Borrás, responsable del Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Fuenlabrada está acusado de la concesión a la red mafiosa de licencias comerciales irregulares.

El fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, desveló ayer que los dos cargos principales que se les imputará a los detenidos son pertenencia a grupo criminal organizado y blanqueo de capitales. De ahí, señaló, se derivarán otros cargos como cohecho por sobornos, falsedad en documento oficial, contrabando, delitos contra la hacienda pública, coacciones y amenazas, delitos contra la propiedad industrial e intelectual y delitos contra los trabajadores.