Moody's mantiene la nota a la deuda de España
MADRID. Actualizado: GuardarEl Gobierno puede respirar tranquilo. La agencia de calificación crediticia Moody's ha decidido mantener sin cambios la nota de la deuda española en 'Baa3', aunque mantiene la perspectiva negativa. Se evita así el descenso al grado de inversión especulativa, lo que se conoce coloquialmente como ´bono basura'. Siguiendo una práctica habitual, la firma ha desvelado su decisión en vísperas de un acontecimiento importante, en esta ocasión la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea que abordará respuestas a la crisis del euro. También actuó así en julio de 2011, adelantándose a la publicación de los resultados de la prueba europea de resistencia bancaria.
La agencia colocó el pasado 13 de junio en revisión para una posible rebaja la calificación de España, y anunció que se pronunciaría después de conocer las necesidades de capital de la banca, el proyecto de Presupuestos del Estado para 2013 y los avances para la creación de una unión bancaria. La permanencia en el mismo grado de inversión se produce después de que Standard & Poor' s optara por recortar en dos escalones la nota de la deuda de España.
Si Moody´s se hubiera decantado por un descenso, la situación de España se hubiera complicado, porque numerosos fondos solo pueden, de acuerdo con sus estatutos, invertir en países con determinada solvencia. También hubiera sido difícil de justificar el rescate 'suave' que el Ejecutivo de Mariano Rajoy prepara para fechas próximas.
El Gobierno reconoce al fin públicamente que pedirá lo que llama una línea de financiación preventiva, aunque añade que no necesita utilizarla, mientras explica que lo hace con el fin de desbloquear la compra de deuda por el Banco Central Europeo. El ministro de Economía se lo ha contado primero a los corresponsales extranjeros, seguramente con el propósito de frenar una avalancha de informacione que, junto a urgir el rescate, aprovechan para describir un escenario económico nada atractivo. España se puede permitir -les ha dicho- pedir auxilio para que no le exijan un interés desorbitado por la financiación en el mercado, pero no necesita que un fondo de rescate, en este caso el MEDE, le compre directamente la deuda al Tesoro.
El Gabinete de Mariano Rajoy, inicialmente muy receloso de repetir una demanda de auxilio a los socios europeos, por el desgaste político que esa doble petición le puede suponer, había decidido ya someterse a las exigencias de Mario Draghi, presidente del instituto emisor de la zona euro, cuando se encontró con la dificultad añadida de que a Alemania tampoco le gustaba la idea. Ahora empieza a despejar los obstáculos exteriores, y confía en que la activación del programa de adquisición de bonos por parte del BCE se convierta, más temprano que tarde, en el detonante de la recuperación.