Wert, antes de su comparecencia, ayer, ante los medios. :: KOTE / EFE
Sociedad

Wert critica ahora a los padres que apoyan la huelga de estudiantes

El ministro de Educación califica a los convocantes de la protesta como «de extrema izquierda radical»

MADRID. Actualizado: Guardar
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El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se enfrenta a una de sus semanas más complicadas. Con la polémica por «españolizar» a los catalanes todavía candente, el ministro cargó ayer con dureza contra la huelga general de estudiantes de 72 horas convocada en defensa de la enseñanza pública. «Es una huelga política inspirada en supuestos de la extrema izquierda radical y antisistema», declaró Wert sobre los paros previstos para los días 16, 17 y 18 de octubre. Unas movilizaciones que por primera vez cuentan con el apoyo de la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), algo que el ministro considera «muy negativo».

El divorcio entre Wert y los colectivos en defensa de la enseñanza pública -sindicatos de profesores, estudiantes y asociaciones de padres- es total. Los estudiantes llevan protestando por los recortes desde hace tiempo. De hecho, el pasado jueves los universitarios salieron a la calle en once comunidades autónomas para mostrar su rechazo a la subida de las tasas de matrícula. Sin embargo, en esta ocasión la diferencia radica en la duración de la movilización -tres días- y en especial, en el apoyo que recibirá de la principal asociación de padres y madres, que no ha dudado en animar a los progenitores a no llevar a sus hijos a los centros educativos el jueves 18.

Wert consideró un hecho «insólito» que la CEAPA abogue por «vaciar las aulas» cuando su obligación sería procurar la mejor educación de sus hijos. Esa asociación anunció la semana pasada su adhesión a la huelga enmarcada en la 'semana de lucha' contra los recortes, la reforma educativa y el aumento de las tasas universitarias. El titular de la cartera de Educación reprochó este apoyo a unas jornadas de paro que, en su opinión, responden a motivaciones «políticas», como muestra una lectura del manifiesto de los convocantes.

Por su parte, el ministro de Educación aseguró que sus polémicas declaraciones sobre «españolizar» a los alumnos catalanes se «han sacado de quicio» por intereses políticos. «Lo importante es que todos los estudiantes tengan cuanto antes acceso a la mejor educación», explicó. También negó que el Rey reprochara al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, antes del desfile del día de la Fiesta Nacional, su comentario: «Nada de lo especulado ha tenido lugar».

Además, insistió en que usó la palabra «españolizar» en respuesta a la pregunta de un diputado socialista después de que la consejera catalana de Enseñanza, Irene Rigau, acusase al Ejecutivo de querer «españolizar» a los alumnos catalanes. El ministro defendió que solo pretendía expresar la necesidad de que un estudiante pudiera recibir la educación en castellano como lengua vehicular.

«Irresponsable»

Las declaraciones del responsable de Educación sobre las jornadas de protesta solo avivaron aún más la polémica. Desde CEAPA calificaron de «irresponsable» al ministro y recordaron que no quiso reunirse con ellos para discutir la reforma. «Las movilizaciones son consecuencia de su nefasta política educativa», sentenció el portavoz de CEAPA, José Luis Pazos. En su opinión, el Ministerio de Educación no ha escuchado a las familias para elaborar la nueva legislación educativa y las protestas son la consecuencia natural.

Desde el sindicato de estudiantes denunciaron el intento del Gobierno de «criminalizar» a todos los que protesten contra los recortes y la privatización de la enseñanza. Entre las reivindicaciones del colectivo se encuentran los ajustes de 3.000 millones de euros en educación, las tres reválidas (6º de Primaria, 4º de la ESO y 2º de Bachillerato) que, a su juicio, suponen una barrera académica, sobre todo la tercera, para acceder a la universidad, o el despido de profesores. Los docentes en centros públicos no universitarios se redujeron en el curso 2011/12 en 2.982, mientras que el número de profesores en la enseñanza concertada o privada aumentó en 2.194.