Cuatro años de cárcel para Carromero

La Justicia cubana condenó ayer a cuatro años de «privación de libertad» a Ángel Carromero, dirigente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular, por la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero en un accidente de tráfico sucedido el pasado 22 de julio en la carretera entre Las Tunas y Bayamo. Los magistrados le consideran culpable de un «homicidio involuntario», y por eso la sentencia es tres años menor de lo solicitado por la Fiscalía, pero queda lejos de la absolución que pedía el abogado del político español. En todo caso, el fallo puede ser impugnado por cualquiera de las partes ante el Tribunal Supremo Popular de la provincia oriental de Granma.

Una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró desde Madrid que se inició un «proceso de análisis y de estudio (de la pena) con el objetivo de que vuelva a casa cuanto antes». Y es que la condena abre la puerta a que Carromero no tenga que ingresar en prisión si es extraditado a España.

La página web oficialista Cuba Debate publicó que la sala Primera de lo Penal llegó a la conclusión de que Ángel Carromero -de 27 años- es el único «responsable del delito». Después de analizar «un amplio material probatorio», cumplir «las garantías legales» y «atendiendo a la gravedad de los hechos», la Justicia cubana concluye que el accidente es «consecuencia de una conducta imprudente». De esta forma se descarta definitivamente la posible implicación de un segundo coche en el accidente, como sostenía la familia de Payá.

La abogada del dirigente popular -que no tenía puntos en su carné de conducir- basó su defensa en la mala señalización de la vía aquel fatídico 22 de julio, según se ha conocido tras la publicación de la sentencia. La calzada estaba en obras y cubierta de una capa de gravilla cuando el coche alquilado derrapó y chocó contra un árbol.

Oswaldo Payá, de 60 años, era líder del ilegalizado Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y fue premio Sajarov para la Libertad de Conciencia -galardón otorgado por el Parlamento europeo- en 2002, y murió tras el fuerte impacto. Su viuda, Ofelia Acevedo, al conocer la condena declaró: «Para mí, Ángel (Carromero) hace mucho tiempo que tenía que estar en su casa. Quizá (él) no tenga que cumplir la condena en Cuba y sea expulsado del país».

Convenio de 1998

Desde el principio, el caso fue tratado como prioritario por el Gobierno español. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, lo ha llevado personalmente con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez. La pasada semana, la Embajada española no invitó a los disidentes cubanos a su tradicional fiesta del 12 de octubre, un gesto significativo que trató de desvincular del juicio contra Ángel Carromero.

Antes de conocer el fallo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy confiaba en que si el dirigente de Nuevas Generaciones era declarado culpable sería expulsado de la isla. Ahora, el Gabinete de Mariano Rajoy pedirá la aplicación del convenio bilateral de ejecución de sentencias penales, que data de 1998, y que permitiría al joven político cumplir su condena en España.