Bruselas rechaza opinar sobre meras «hipótesis»

La Comisión Europea se pronunciará sobre las consecuencias que tendría la secesión de Cataluña, o de cualquier otra región, solo si España o el Estado matriz le expone un «escenario preciso» y solicita formalmente su opinión. «No queremos expresar una posición sobre lo que son cuestiones de orden constitucional interno -dijo la portavoz del ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde-; no queremos pronunciarnos mientras sea una opción hipotética».

Arenkilde -que no hablaba específicamente de España sino, en general, a partir de una pregunta sobre Escocia- aclaró, en todo caso, que la escisión de una parte de un Estado miembro o la creación de un nuevo país no sería «neutral» desde el punto de vista de los Tratados de la Unión.

Pese a la discreción de la portavoz, en los últimos días se han vertido desde Bruselas opiniones sobre una eventual independencia de Cataluña. El comisario de la Competencia, el español Joaquín Almunia, aseguró que, «al menos en un primer momento», el nuevo Estado quedaría fuera. Una opinión que es ampliamente compartida en la capital comunitaria.