Portugal incluye la mayor subida de impuestos en su Presupuesto para 2013

El Gobierno de Portugal presentó ayer al Parlamento su Presupuesto para 2013. Las cuentas están marcadas por un alza generalizada de impuestos en un momento en que el descontento social alcanza su máxima cota desde que el país fue rescatado. Al término del Consejo de Ministros extraordinario que dio luz verde a los ajustes, el presupuesto fue entregado al Parlamento, que los 'indignados' portugueses pretendieron «sitiar» a partir de las cinco de la tarde para expresar su rechazo a las nuevas medidas de rigor.

El Presupuesto, que debe ser votado en primera lectura el próximo 31 de octubre, será defendido por el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, quien ya reveló las grandes líneas, mientras que «una versión preliminar» fue ampliamente debatida en la prensa. La Cámara discutirá en las próximas semanas el proyecto, si bien la mayoría absoluta con que cuenta el Ejecutivo conservador debería permitirle sacarlo adelante sin dificultad.

El alza de impuestos, que Gaspar juzgó «enorme», se efectuará a través de una reducción de 8 a 5 del número de tramos impositivos del Impuesto sobre la Renta, a la que se suma una sobretasa del 4% sobre el total de rendimientos, que se pagará mensualmente. Habrá también mayores gravámenes sobre los inmuebles y el tabaco, así como una reducción del seguro de desempleo y por enfermedad.

La reducción de los tramos impositivos tendrá por efecto aumentar de 11,5% al 14% la presión fiscal sobre las rentas más bajas. Los ingresos medios, entre 20.000 y 40.000 euros anuales, serán gravados al 37% en vez del 35,5% actual. La tasa pasará del 46,5% al 48% para las rentas más elevadas, las superiores a 80.000 euros, cuando antes se aplicaba a las mayores de 153.300 euros.

El aumento fiscal amenaza con agravar la recesión en un momento en que, según las previsiones oficiales, la economía se contraerá este año un 3%, mientras que la tasa de desempleo alcanzaría el 16% de la población activa. La versión preliminar del Presupuesto ha desatado tal avalancha de críticas que la prensa lusa especula con que el Gobierno podría retocar algunas medidas para aligerar la carga fiscal y, en su lugar, reducir el gasto.

Es «una bomba atómica fiscal», declaró Antonio José Seguro, líder del Partido Socialista, la principal formación de la oposición. Una «masacre», añadió el Partido Comunista; «un atentado a la dignidad del pueblo», proclamó el principal sindicato, el CGTP; «un insulto a los portugueses», según el análisis del periódico Diario Económico.