Los manuscritos de Kafka serán del Estado israelí
Los documentos tenían que haber sido destruidos, como pidió a un escritor amigo suyo antes de morir, pero este los conservó
JERUSALÉN.Actualizado:Un tribunal israelí ordenó que los archivos del escritor Max Brod, que contienen textos manuscritos de Franz Kafka, sean transferidos a la Biblioteca Nacional de Israel, poniendo así fin a un contencioso que duró cuatro décadas, informaron fuentes judiciales.
Según un veredicto hecho público ayer en Tel Aviv, la juez de Asuntos Familiares Talia Kopelman Pardo estimó que la colección que atesoraba Brod debía ser legada a la Biblioteca Nacional de Jerusalén, cumpliendo así con su voluntad. Franz Kafka había pedido a su amigo Max Brod que quemara todos sus escritos tras su muerte, que ocurrió en 1924, cuando el escritor judío praguense tenía solo 40 años, una petición que no fue respetada.
Tras la invasión de Checoslovaquia por Alemania nazi en 1939, Max Brod emigró a Palestina, llevando con él los manuscritos de Kafka, un tesoro para los universitarios, que legó más tarde a su fiel secretaria, Esther Hoffe, tras morir en 1968.
En su testamento, Brod pidió a Hoffe legar los archivos, valorados en varios millones de dólares, a «la Universidad hebraica de Jerusalén o a la Biblioteca Municipal de Tel Aviv o a otra institución en Israel o en el extranjero». Pero la exsecretaria de Brod, que murió en 2007, repartió el legado entre sus dos hijas, creando así una disputa entre institutos universitarios, archivos nacionales alemanes e israelíes, y sus propias herederas.
Finalmente, el tribunal de Asuntos Familiares de Tel Aviv decidió que «los escritos de Kafka, así como toda la colección de Brod, no pueden ser considerados como un regalo de Hoffe a sus hijas».
El director de la Biblioteca Nacional, Oren Weinberg, acogió con satisfacción el veredicto, que, según él, «cumplirá con el deseo de Max Brod de difundir la obra de Kafka entre los amantes de la literatura en Israel y el mundo».