DEPORTE CON MAYÚSCULAS

En primer lugar, mis disculpas por mis errores en esta nueva faceta de escribir, porque yo era más de correr y entrenar. Soy gaditana y siempre llevé esta tierra por bandera a donde fui. A día de hoy, mi estancia diaria aquí me permite, después de mucho tiempo, ver en comparación con otros lugares el desarrollo y la atención al deporte de nuestra provincia.

Hay deportistas muy cerca de nosotros que son más que dignos representantes de nuestra tierra, con una dedicación plena a su deporte, con un esfuerzo diario en cuanto al entrenamiento, a sufragar sus gastos para practicar ese deporte y, al mismo tiempo, ir representando a su tierra. Y todos nos sentimos orgullosos cuando llegan los éxitos –yo aunque no los consigan–, porque sé lo que cuesta todo. Por eso, aunque no es tiempo para grandes dispendios, se debería dentro de lo posible apostar por deportistas que, aunque no llenan estadios, hacen un gran esfuerzo, representan a todos y pasean el nombre de nuestra provincia por el mundo. Seguro que no es la intención ni seguramente la situación, pero las instituciones podrían y sería un gesto de valentía que siguieran apoyando a numerosos deportistas que trabajan en la sombra y cada día que pasa tienen menos posibilidades en cuanto a ayudas, instalaciones, etc.

¿Por qué? Se preguntarán ustedes los lectores. Pues porque se esfuerzan como nadie y porque pasean el nombre de nuestra tierra. Yo aquí soy de casa, fuera era la gaditana.

Hay deportistas aquí, por poner ejemplos –aunque dejaría fuera seguro que muchos–, como Gisela Pulido, Conchi Badillo, Pablo Baños, Mercedes Chilla (que después de la lesión se encontró muchos obstáculos)... que deberían sentirse más respaldados por todos los gaditanos. No hay que quitar de los hospitales, ¡jamás! Solo, dentro del deporte, apostar por ellos porque lo merecen y porque rinden al máximo nivel.