ESPAÑA

Un desfile militar 'low cost'

Ambiente desangelado en la marcha más breve y austera que se recuerda

MADRID. Actualizado: Guardar
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No solo fue el desfile militar más austero en el sentido estricto de la palabra. Costó menos de un millón de euros. También el más corto, apenas media hora de marcha de las unidades castrenses, y el más desangelado, con menos público que otros años quizá contagiado por la mañana plomiza con la que amaneció Madrid.

La Fiesta Nacional de la crisis fue diferente en todos los sentidos. También por la tranquilidad que no hubo en los dos últimos años, cuando gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero. En esta ocasión, ni se escucharon los pitos de fondo ni el público se mostró lo animoso de otras ediciones.

En este circunstancias volvió a incidir el hecho de que el Ministerio de Defensa mantuvo a los asistentes alejados de las tribunas de autoridades, con un perímetro de unos 100 metros por cada lado, por lo que el murmullo, por mucho que hubiere, apenas era audible en la parada de la plaza de Neptuno. El público esperaba ansioso el espectáculo de las patrullas aéreas y el paso de los tanques, las últimas novedades de blindados RG-31, de cazas Eurofighter o los helicópteros de guerra Puma. Pero ni una cosa ni otra.

Al final, se tuvo que conformar con las marchas a pie de los legionarios y su querido carnero, que no cabra, observar las capas de los regulares de Melilla o los equipos del Grupo Militar de Alta Montaña de Jaca. Así hasta 2.500 efectivos de diferentes unidades de las Fuerzas Armadas.

La nota de color la puso la Patrulla Águila, que hizo dos pasadas al principio y a mitad del acto dejando a su paso la estela de los colores de la bandera española. Gustó además el imponente trote de los caballos de la Guardia Real o de la Guardia Civil.

Ausencias

Además de austeridad -980.000 euros frente a los 2,8 millones del pasado año- hubo notables ausencias políticas. El ministro de Economía, Luis de Guindos, que se encontraba en Tokio en la reunión del Fondo Monetario Internacional, no estuvo. Tampoco varios presidentes autonómicos. Al catalán Artur Mas, por ejemplo, no se le esperaba, pero tampoco envío a otro representante como el año pasado. Y sorprendió la ausencia de los mandatarios de Andalucía, Valencia, Cantabria o La Rioja. Otra cosa fueron los de Galicia y País Vasco, Alberto Núñez Feijóo y Patxi López, respectivamente, que tenían mítines por las elecciones del 21 de octubre.

Los momentos más emotivos y solemnes del desfile fueron el izado de bandera, que este año no llegó desde el cielo de la mano de un paracaidista, y el homenaje a los que dieron su vida por España, con una ofrenda floral y el himno 'La muerte no es el final'.

Por fortuna, este año las Fuerzas Armadas no han tenido que lamentar ningún fallecido en operaciones en el exterior, pero si en territorio nacional con la muerte del cabo primero Alberto Guisado Majano, el miembro de la UME que perdió la vida en labores de extinción de incendios el 4 de agosto en Cáceres.