Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy (izda.), y el presidente francés, François Hollande, ayer, en París. :: IAN LANGSDON / EFE
Economia

Rajoy y Hollande elevan la presión para acelerar la unión bancaria

España y Francia consolidan en la cumbre bilateral de París el frente común de resistencia a las reservas de Alemania

FERNANDO ITURRIBARRIA
PARÍS.Actualizado:

Mariano Rajoy reforzó ayer, con el pleno respaldo de François Hollande, la presión a Angela Merkel para que se cumplan los compromisos europeos de acelerar la unión bancaria y la recapitalización directa a cargo del fondo de rescate comunitario de las entidades financieras en crisis. La consolidación del frente común de París y Madrid ante las reticencias de Alemania, Holanda y Finlandia es el principal resultado de la cumbre francoespañola que se celebró ayer en París tras tres años de interrupción de estas citas bilaterales al máximo nivel.

Los jefes de Estado y de Gobierno de Francia y España hicieron un llamamiento a la responsabilidad de los socios comunitarios para que respeten los acuerdos del Consejo Europeo de junio y, en especial, la adopción en la próxima cumbre de diciembre de un reglamento que permita que haya un supervisor bancario único en 2013. «Antes de que termine este año tendremos que haber dado pasos, sobre todo en materia de unión y de supervisión bancaria, para transmitir un mensaje de que somos personas serias y de que cumplimos nuestros compromisos», enfatizó Rajoy.

El presidente español aseguró que no le constaba que Alemania haya manifestado que se tengan que retrasar los plazos por no ser viables las fechas barajadas en junio. A su juicio, es «plenamente posible y absolutamente deseable» cumplir el calendario para que el Consejo Europeo envíe una «señal nítida y clara» a los mercados. «No hay ninguna razón para que en diciembre no se tomen ya decisiones. Es más, no encuentro ninguna razón para que no se tomen», valoró antes de insistir en que «cuando se acuerda una cosa y se es serio, se mantiene la posición».

Como muestra añadida de su plena sintonía en la materia, Hollande y Rajoy también coincidieron en que el control del Banco Central Europeo (BCE) se extienda a todas las entidades, incluidas las pequeñas, y no solo las grandes como pretende Alemania para preservar a sus establecimientos regionales. Esta supervisión única abrirá al Mecanismo Europeo de Estabilidad la posibilidad de recapitalizar directamente a los bancos y romper el círculo vicioso entre deudas bancarias y soberanas.

La permanencia de Grecia

Los dos mandatarios también compartieron la voluntad de que el próximo marco presupuestario de la Unión Europea para el periodo 2014-2020 mantenga el actual nivel de ayuda a la política agrícola común y a las regiones ultraperiféricas. Además, se mostraron plenamente de acuerdo en que Grecia debe permanecer en la Eurozona pues su salida, en palabras de Rajoy, «haría palpable un fracaso colectivo de la UE que no nos podemos permitir».

Los progresos por la senda de la integración bancaria, fiscal y política marcada en la cumbre europea de junio representan, desde la óptica de París y Madrid, la vía para desmentir las negativas previsiones del Fondo Monetario Internacional para las economías de ambos países. En sus últimas proyecciones, el FMI estima que Francia tendrá en 2013 un crecimiento de 0,4%, cuando el Gobierno de Hollande espera el 0,8%. El pronóstico de contracción para España fue revisado desde el -0,6% al -1,3%.

«Si solucionamos las cuestiones de la zona euro, si aplicamos las decisiones de controlar las cuentas públicas y sostener las inversiones productivas, tendremos cifras de crecimiento diferentes de las previsiones hechas hoy, en el contexto de hoy», planteó Hollande, quien enfatizó que «el papel de los políticos es hacer que hoy no sea como ayer y mañana no se parezca a hoy».

Por su parte, Mariano Rajoy señaló que el objetivo es que no se cumplan las previsiones del organismo internacional y sí las de su Gobierno. Para predicar optimismo con el ejemplo, apuntó que «al final probablemente será mejor» la estimación gubernamental inicial de una caída del PIB del 1,7% en este ejercicio.

Apuntó que las previsiones del FMI sirven para que los estados de la UE sean conscientes de que deben adoptar el control del déficit y reformas estructurales. Europa debe avanzar, además, en la resolución de los problemas de liquidez de la Eurozona y en la unión bancaria, fiscal y política.

Más allá de las diferencias ideológicas, el socialista Hollande también respaldó al conservador Rajoy al defender que no se impongan nuevas condiciones económicas a las ya fijadas, como el cumplimiento de los objetivos de déficit, en caso de una petición de ayuda a la UE. «El mecanismo que hemos creado puede entrar en vigor para los países que lo pidan, que están corrigiendo sus finanzas públicas y que quieren obtener liquidez porque sufren hoy tipos de interés que todos juzgan demasiado elevados», declaró sin mencionar a España ni a ningún otro Estado miembro.