«Ahora valdrá más»
El individuo que pintó su nombre en un cuadro de Rothko sostiene que su acción «haría feliz» a Duchamp
Actualizado:«Ahora valdrá más». Lejos de arrepentirse o disculparse, el individuo que el domingo garabateó su nombre sobre un gran lienzo de Mark Rothko en la Tate Modern de Londres dice haber añadido valor a la pintura en un acto que equipara a las pioneras y revolucionarias acciones de Marcel Duchmap. Su ataque ¿artístico? «habría hecho feliz» al creador del 'readymade', asegura el estudiante da arte ruso que admite la autoría del ataque pero no «ser un vándalo». 'Vladimir Umanets '12, una posible pieza de Yellowism'. Esto es lo que escribió con tinta negra en el ángulo inferior derecho de la tela 'Negro sobre marrón', según se ve en la fotografía que el mismo domingo colgó en Twitter Tim Wright, testigo del ataque.
Umanets reiteró que su iniciativa «habría hecho feliz a Marcel Duchamp». Equiparó su acción a las del artista francés, famoso por convertir en 1917 en obra de arte un urinario de porcelana que tituló 'Fuente' y firmó con el nombre de 'R. Mutt', un personaje de tebeo. Ese urinario está considerado como una de las obras más influyentes del siglo XX por su desafío a las convenciones.
Mientras la Policía británica investiga el incidente, el hombre del rotulador hablaba con la prensa y se reconocía miembro de 'Yellowism' , movimiento de acción traducible como 'amarillismo'. Dijo llamarse Vladimir Umanets y ser consciente «de que la Policía vendrá en algún momento a arrestarme». «No quiero que se me considere un vándalo o alguien que quiere destruir algo», dijo el perpetardo de esta 'rothkomade'. «Se trata más bien de cambiar ideas y la percepción que los espectadores tienen del arte», aseguró. «Creo que cuando restauren la pintura y quiten mi nombre, valdrá mucho más» dijo volviendo a Duchamp.
Varios testigos confirmaron la agresión contra la tela del cotizado maestro de expresionismo abstracto ruso-estadounidense, reconocida por la Tate Modern el mismo domingo. El museo permaneció cerrado unas horas después de que sus responsables descubriesen las letras negras en la esquina inferior derecha de uno de los icónicos murales que Mark Rothko pintó por encargo de los propietarios del rascacielos Seagram, en Nueva York. Desde la Tate aseguran que la pintura podrá ser reparada. En 1958, los promotores de la torre Seagram encargaron estos grandes cuadros, de 2,66 por 4,57 metros, para decorar el restaurante Four Seasons. Por razones nunca aclaradas, Rothko decidió rescindir el contrato, devolvió el dinero y donó ambas telas a la Tate.
Las pinturas llegaron a Londres el 25 de febrero de 1970, el mismo día en que el artista, que contaba 66, decidió suicidarse. Considerado uno de los artistas más importantes del siglo XX, la pintura de Rothko 'Naranja, rojo, amarillo' se adjudicó en mayo en la sala Christie's de Nueva York por 67 millones de euros (87 millones de dólares), un nuevo récord.