El rescate está preparado y la economía sufre
El Ibex cede un 0,8% y pierde los 7.900 puntos a la espera de los resultados de las reuniones del Ecofin y el Eurogrupo
MADRID Actualizado: GuardarEl informe de empleo publicado en Estados Unidos el viernes insufla dudas respecto a la duración del programa de compra de bonos de la Reserva Federal. Además, los inversores comienzan a preocuparse por la campaña de presentación de resultados del tercer trimestre, sobre todo en Estados Unidos, que se espera bastante fea, según comentó ayer el propio Wells Fargo: “Aunque la recesión en EE.UU. no es necesariamente inminente, los beneficios se están deteriorando bastante rápido. Las antes sólidas exportaciones y los inversores sensibles a la inversión están sufriendo la indecisión política, lo que mete presión a los índices de beneficios”.
En Europa, España no pidió el rescate este fin de semana, contradiciendo lo anticipado por Reuters. En Asia, el Banco Mundial redujo su previsión de crecimiento anual para China desde el 8,2% hasta el 7,7%, debido a la débil demanda para sus exportaciones y a la reducción de la inversión en la potencia asiática. Ello lleva a Asia a crecer a su menor ritmo en los últimos once años. Por lo tanto, no eran muy buenos los augurios respecto a la evolución de la sesión. También reinaban algunas incertidumbres respecto a la reunión del Eurogrupo en la que iniciaría su vigencia el mecanismo permanente de estabilidad financiera para la zona euro, el MEDE.
Además, analizaría la situación y los presupuestos de España. Al final, nuestro país recibió una palmadita en la espalda: está haciendo bien las cosas. Y lo que es más: los ministros de Finanzas de la zona euro afirmaron que el país está consiguiendo financiarse por sí solo en los mercados, por lo que no necesita un rescate, al menos, por ahora. Aunque el MEDE, el fondo que se supone que actuaría para comprar deuda en el mercado primario cuando el país pidiera el rescate, ya está operativo con sus 200.000 millones de euros de capacidad, aunque podrá apalancarse hasta alcanzar los 500.000 millones de euros a partir de 2014. En caso de que su actuación en el mercado primario sea asegurando emisiones (por ejemplo, pérdidas de un 25%) y no adquiriendo los bonos, su potencia se multiplicaría. Si esto se une a lo que explicó el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, la semana pasada, que también está preparado para comprar deuda en el mercado secundario, el mecanismo de rescate estaría ya plenamente operativo, a falta de la petición del rescate.
La asamblea del Fondo Monetario Internacional puede enmendarle la plana a Rajoy, puesto que revisará a la baja las previsiones de crecimiento mundial y puede poner negro sobre blanco una previsión muy diferente a aquélla con la que el Gobierno ha realizado sus presupuestos.
Buenos datos de Alemania
En la pura agenda económica conocimos datos de Alemania. Y todos buenos. Por un lado, la balanza comercial, que tuvo más superávit de lo esperado en el mes de agosto, gracias a que las exportaciones crecieron por sorpresa. Las importaciones crecieron un poco más de lo previsto. Además, la producción industrial decreció menos de lo esperado: un 1,4% frente al 1,6% pronosticado por los analistas. El peor dato vino de la mano de la confianza del inversor elaborado por Sentix, que mejoró respecto al registro anterior, pero no tanto como se esperaba.
En Estados Unidos, apenas tuvimos noticias. Allí era jornada semi-festiva. Y no actuó como revitalizador de los mercados europeos: los índices en Wall Street también optaron por el rojo. En general, se tiene la sensación de que los inversores pueden perder algo de su entusiasmo y pueden comenzar a darse cuenta otra vez de todos los problemas económicos del mundo. Eso es lo que decía, por ejemplo, Bruce McCain, de KeyCorp.
En Bolsa, el índice que más cayó fue el Ftse Mib de Milán, cuyo descenso rozó los dos puntos porcentuales. A continuación, el Cac 40 francés, que retrocedió un 1,46%. El Dax alemán perdió un 1,44%. El Ibex-35 cerró la sesión con números rojos, pero inferiores a los de otros índices: perdió un 0,80%, para dar un último cambio en los 7.891 puntos. El Ftse 100 británico se dejó medio punto porcentual y el PSI-10 de Lisboa, un 0,35%. En el selectivo español, sólo siete valores terminaron la sesión en positivo. El que más ganó fue Indra, que subió un 0,89%. A continuación, Inditex, que subió un 0,69%. Mientras, Dia avanzó un 0,30%. Grifols, BME y ACS avanzaron alrededor de un 0,20%, y Abengoa subió un 0,15%. Los inversores optaron ayer por el refugio antes que por el riesgo, sobre todo en su apuesta por algunos de los valores triunfadores del año, como Dia, Grifols e Inditex.
Bankia fue el farolillo rojo de todo el mercado español, con un descenso del 7,49%, seguido de Sacyr Vallehermoso, que se dejó un 4,45%. Gamesa, por su parte, perdió un 3,49%. Mediaset, Acerinox, Acciona y FCC retrocedieron más de un 2%. Entre los peores, OHL, que se dejó un 1,92%, al tiempo que el Popular cedió otro 1,74%.
Entre los grandes valores, el peor fue Repsol, que se dejó un 1,49%. El Santander, por su parte, perdió un 1,24%. Mientras, Telefónica retrocedió un 0,99%. BBVA cayó un 0,88%. Iberdrola fue el mejor de todos ellos, con un descenso del un 0,11%. En el Mercado Continuo, tras Bankia, Uralita, que se dejó un 7,25%. Inmobiliaria del Sur, Metrovacesa y Adolfo Domínguez perdieron más de un 5%. En verde. El mejor valor fue Ezentis, que subió cerca de un 13%. A continuación, Vértice 360, que ganó un 6,40%.
Volatilidad en la deuda
En el mercado de deuda, hubo bastante volatilidad, aunque en un rango estrecho. Como en el Ibex. Porque el selectivo se movió arriba y abajo de los 7.880 puntos. Por abajo, llegó a perder los 7.860 puntos. Por arriba, llegó a reconquistar en algún momento los 7.900 puntos. En el mercado de deuda, la prima de riesgo de la deuda española llegó a caer hasta los 412 puntos básicos, pero luego recuperó niveles hasta los 426 puntos básicos. El viernes terminó la jornada por debajo de los 420 puntos básicos. La rentabilidad del bono español a diez años subió ligeramente desde el 5,70% hasta el 5,74%. Eso fue porque el interés de su equivalente alemán cayó desde el 1,51% hasta el 1,47%. Aunque, a corto plazo, el tesoro alemán fue capaz de colocar más de 2.400 millones de euros en deuda a seis meses a un interés negativo del 0,0218%.
La deuda española a dos años también se deterioró: su rentabilidad subió desde el 2,97% hasta el 3,02%. En el mercado de divisas, el euro perdió el nivel de 1,30 unidades.