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La soledad del cisne
"Yo, primero soy una mujer, y luego una bailarina", decía Mariafrancesca Garritano, una de las primeras bailarinas de La Scala de Milán
Actualizado: GuardarEs una locura. Yo, primero soy una mujer, y luego una bailarina”. Eso es lo que decía Mariafrancesca Garritano, una de las primeras bailarinas de La Scala de Milán, al contar que algunas de sus compañeras se operaban el pecho durante la adolescencia para estar todavía más delgadas y parecer más ligeras y volátiles. Garritano fue despedida sin contemplaciones el pasado mes de enero: por desvelar la presión insostenible que ejercían los maestros en su época de estudiante en la Escuela de La Scala y por afirmar que, 20 años después, nada había cambiado. Mariafrancesca lo describió en un libro, 'La verdad, por favor, sobre el ballet' (Ed. Italia Press), donde asegura que es un secreto a voces en todas las grandes compañías y escuelas del mundo: desórdenes alimentarios, malnutrición, ensayos hasta el límite de la resistencia física... con graves consecuencias para el desarrollo hormonal y la fecundidad en la edad adulta. La más excelsa belleza, escribe Garritano, surge del sacrificio de vidas truncadas por la enfermedad. Pero es un secreto cubierto por un pacto de silencio. Mariafrancesca rompió ese pacto y perdió su puesto. (Más información en MujerHoy.com)