ESPAÑA

«Solo trece muertos... ¡Please, yo lo haría mejor!»

'Columbainero' intentó sin éxito captar en la red un cómplice para emular en Mallorca la masacre del instituto de Denver el próximo abril

MADRID. Actualizado: Guardar
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Juan Manuel Morales Sierra quería superar todas las marcas macabras en el campus de la Universidad de Illes Balears. Sus planes eran pasar a la historia de los mayores asesinos modernos con una 'versión mejorada' de la masacre del instituto Columbine, en la que las balas dejarían paso a los explosivos. Había analizado decenas de veces los vídeos y documentales de la matanza de 1999 en Colorado y en el 14 aniversario de aquellos hechos, el próximo 20 de abril, había planeado rendir su particular homenaje a Eric David Harris y Dylan Bennet Klebold en las instalaciones universitarias de Palma con 140 kilos de bombas.

Morales ya lo había avisado en los espacios más marginales y violentos de las redes sociales, donde su identidad se multiplicaba detrás de decenas de alias. 'Scary', 'Celtibero-Godo', 'Juannoventayuno', 'Juanma91', 'Juan_91', 'Merovingio', 'Chris', 'Authentic, 'Subzero91' y, sobre todo, 'Columbainero'. Protegido con este último 'nick', su favorito y con el que rendía tributo a sus héroes, hace solo unos meses advirtió en 'Youtube' de que podía mejorar la matanza de Denver. «Solo trece muertos. !Pleas (sic), yo lo haría mejor!», aseguró en referencia al número de víctimas mortales de Harris y Klebold.

«Tardarse 50 minutos para solo trece personas. ¡Mejor hubieran comprado granadas de vdd!», seguía, criticando los 'puntos débiles' de la matanza, para, eso sí, terminar rindiendo tributo a Columbine: «¡¡¡De todos modos, una belleza de evento!!!».

Morales, según los informes policiales, estaba obsesionado con dos documentales sobre la matanza, 'Columbine en la mente de los asesinos', y, sobre todo, 'Hora cero, masacre en Columbine', una recreación muy realista de aquel episodio.

Este último vídeo lo había colgado en infinidad de sitios, de donde desaparecía rápidamente por falta de los derechos para reproducirlo. Pero antes de que fuera borrado, aprovechaba para lanzar sus proclamas. «No murió nadie que no se lo mereciera. Solo se debe lamentar que no llevara más munición», apuntaba en los últimos meses el joven balear en foros de Internet sobre asesinatos múltiples, webs frecuentadas por internautas mexicanos y venezolanos, particularmente. De hecho, fue un periodista venezolano el que alertó a la Policía española de la disposición a atentar que mostraba Morales.

Los investigadores creen que el hecho de que la masacre de Columbine no sea particularmente un episodio de 'culto' entre los jóvenes marginales españoles hizo que 'Columbainero' no consiguiera encontrar un cómplice. Morales estaba obsesionado en que la matanza del campus de Baleares, como la de Denver, tenía que ser obra de dos y sus llamamientos, sin éxito, en internet para contactar con alguien en la isla se cuentan por decenas: «Busco gente en Mallorca para hablar sobre el tema ¡Contactadme!», reclamaba en cada foro sobre la masacre.

Otro mensaje muy similar pidiendo gente interesada en la matanza puso todavía más en alerta a los agentes: «Busco gente por Mallorca para charlar del tema y del bulling (sic)». Morales reclamaba ayuda para hablar sobre el bullying, el acoso escolar, el mismo que, al parecer, sufrieron Harris y Klebold.

Última fase

Su petición de colaboración era solo el final de una fase de deterioro mental, radicalización y aislamiento social. Hacía tres años que, también sin éxito, intentaba por internet que alguien le acogiera como guitarrista en un grupo musical. Aseguraba que su objetivo, «como mínimo», era «ser conocido en la península» con su música y, aunque se jactaba de «saber» cómo saltar a la fama, de ser «bastante bueno» como compositor y de las influencias en su música de grupos como The Cure, Nirvana o Metallica, lo cierto es que jamás tuvo una oferta. En internet, lo más que recibió fueron chanzas por no saber escribir bien los nombres de sus grupos favoritos.

Recientemente había dejado la música y, tras acudir a algunas lecciones en curso de auxiliar de instalaciones eléctricas, había probado suerte como instalador de aire acondicionado con servicios a «mitad de precio». Pero nadie le llamó.

Ni siquiera en los foros neonazis y de ultras en los que había desembarcado en los últimos tiempos había conseguido un nombre. «Guerra de razas. Todas están contra la blanca por ser la mejor y la que ha oprimido al mundo durante toda la historia», escribió. Sus comentarios xenófobos en webs, entre otras, como la del Sindicato de Trabajadores Nacional Sindicalista o en el Foro Nacional Socialista, no tenían ninguna respuesta.

Así, Morales se había refugiado en el 'Mein Kampf' ('Mi lucha') de Adolf Hitler, que pedía prestado en una biblioteca de Palma, en los vídeos juegos más violentos, en el poker 'online', con el que había ganado unos 7.000 euros recientemente, y, sobre todo, en preparar la reedición de Columbine, solo con bombas porque hace un mes la Guardia Civil le había negado un permiso para escopetas.