Interior de la Bolsa de Madrid. / Fernando Alvarado (Efe) | Europa Press
MERCADOS | MADRID

EE UU lleva al Ibex a las puertas de los 8.000 puntos

La prima de riesgo se contiene en los 419 puntos básicos, con la rentabilidad del bono español a 10 años en el 5,70%

MADRID Actualizado: Guardar
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El informe económico más seguido del mundo, el de empleo privado, dio muy buenas noticias, aunque también un poco desconcertantes. Durante el mes de septiembre se crearon 114.000 nuevos empleos, casi los mismos que se esperaban (115.000), pero la tasa de paro bajó desde el 8,1% hasta el 7,8%, cuando los analistas habían pronosticado un leve aumento hasta el 8,2%. Se trata de la cifra más baja desde enero de 2009, justo el momento en que comenzaba su mandato el presidente Barack Obama, que es, sin duda, el máximo beneficiario de esta cifra justo un mes antes de las elecciones. También beneficia al presidente de la Reserva Federal norteamericana, Ben Bernanke, cuyo mayor argumento para poner en marcha medidas monetarias expansivas es la creación de empleo. Ambos pueden apuntarse el tanto de haber conseguido que la economía estadounidense haya estado creando empleo mes tras mes durante dos años seguidos, algo que a los europeos nos debería dar envidia y plantearnos imitar lo que han hecho para conseguirlo. El candidato republicano, Mitt Romney, contraatacó afirmando que si se contaran los americanos que han sido directamente expulsados del mercado de trabajo, la tasa de paro estaría en el 11%. Seguro que es verdad. Además, contra Obama juega la historia, sin embargo: sólo un presidente ha conseguido ser reelegido con una tasa de paro superior al 6%: Ronald Reagan, en 1984.

Aunque resulte rara esta bajada de la tasa de paro con un exiguo crecimiento en el número de nuevos trabajadores, en la fórmula hay que incluir una revisión al alza del número de puestos de trabajo en sectores no agrícolas creados en agosto desde los 96.000 hasta los 142.000. Además, la tasa de paro surge de una encuesta diferente entre hogares, lo que también puede explicar la divergencia con la escueta cifra de empleos creados y se observó que gran parte de esa reducción de la tasa de paro se debió al aumento del trabajo a tiempo parcial.

Lo cierto es que el mercado no dudó de los datos, no les sacó una doble lectura, se los creyó a pies juntillas. El Ibex-35, que mantenía unos moderados avances suficientes para asentarse sobre los 7.800 puntos, a partir de la publicación del dato americano se disparó hasta niveles cercanos a los 8.000 puntos. Al cierre dio un último cambio en los 7.954,40 puntos, lo que supone una revalorización del 1,81%. Le ganaron índices como el Ftse Mib de Milán, que avanzó un 2,35%, y el PSI- 20 de Lisboa, que se revalorizó un 1,84%. El Cac 40 francés, por su parte, subió un 1,64%. El Dax alemán también ganó más de un 1%. Algo más rezagado se quedó el Ftse 100 británico, que subió un 0,74%. Wall Street moderó hoy los avances en la recta final y cerró con una subida del 0,26 % en el Dow Jones, en una jornada en la que se conoció el informe oficial de empleo en Estados Unidos que superó las expectativas de los inversores.

Según datos provisionales al cierre de la sesión, ese índice sumó 34,79 puntos para acabar en 13.610,15 unidades, mientras que el selectivo S&P 500 retrocedió un leve 0,03 % y el índice compuesto del mercado Nasdaq se dejó el 0,42 %.

Profundizando un poco más en el informe de empleo de Estados Unidos vemos datos un poco peores. Por ejemplo, en el sector privado, el número de nuevos puestos de trabajo fue de 104.000, por debajo de los 130.000 que esperaban los analistas. En el sector manufacturero, se recortaron 16.000 empleos, cuando se esperaba que se mantuviera sin cambios. Además, la tasa de subempleo se mantuvo en el 14,7%. En septiembre se crearon menos empleos que en agosto y en agosto, menos que en julio. Y, por último, se dice que sólo creando 200.000 puestos de trabajo mensuales se puede garantizar una sustancial mejora del mercado de trabajo estadounidense.

Tras conocerse la noticia, el euro repuntó con fuerza respecto al dólar, hasta instalarse por encima del nivel de 1,30 unidades. Al cierre de los mercados europeos se colocaba en 1,305 dólares. Y las materias primas cayeron: en Europa, más de un 1%; en Estados Unidos, más de un 2%.

Más vueltas con el rescate

El otro tema del día, como ya lo viene siendo desde algún tiempo, las idas y venidas sobre el rescate Europeo. El Eurogrupo no espera que España vaya a pedir un rescate de manera inmediata. Además, un alto funcionario del Eurogrupo declaró que, examinando la situación actual del mercado, no sería necesario que España pidiera ningún tipo de programa. Según publicaba Reuters, si España decidiera pedir el rescate, el Banco Central Europeo compraría deuda de manera masiva durante un periodo de entre uno y dos meses. Después, el Gobierno suspendería las compras para evaluar si el país está cumpliendo con las reformas. Pero la idea que cunde en Bruselas es que España lo tendrá muy difícil para cumplir con los objetivos de déficit, aunque no imposible. Y en nuestro país, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, insistió en que hasta que no se conozca cómo se hará el rescate, no se pedirá.

De todas maneras, la definición de los planes de Bruselas sentó bien a la deuda española. La prima de riesgo bajó desde los 446 hasta los 419 puntos básicos. La rentabilidad del bono a diez años se redujo desde el 5,91% hasta el 5,70%. La rentabilidad del bono a dos años se redujo desde el 3,19% hasta el 2,97%. La última vez que estuvo por debajo del 3% fue el 24 de septiembre.

Los datos económicos en Europa no fueron buenos: conocimos la producción industrial de España en agosto, que aunque cayó, lo hizo con menos intensidad de lo esperado, pero los pedidos de fábrica de Alemania en ese mes sí bajaron más de lo esperado.

Los grandes valores aúpan al Ibex

En el selectivo español, los mejores valores fueron el Santander y BBVA, con ganancias de un 3,29% y de un 3,25%, respectivamente. A continuación, Iberdrola y Repsol, que subieron un 2,63% y un 2,36%, por ese orden. OHL y Grifols también subieron más de un 2%. Por cierto que el fabricante de hemoderivados tocaba nuevos máximos históricos. El otro “blue chip”, Telefónica, se colocó muy cerca: avanzó un 1,82%. Parece que las buenas noticias cotizan mejor para los grandes valores.

En números rojos, Bankia fue el peor valor, con un recorte del 2,89%. Le siguió Abengoa, que se dejó un 1,81%. Sacyr Vallehermoso, por su parte, perdió un 0,95%. Acciona y el Popular cayeron alrededor de un 0,4%. FCC, Sabadell, Técnicas Reunidas y Red Eléctrica completaron la lista de valores en negativo.

En el Mercado Continuo, Adolfo Domínguez lideró los avances, con una revalorización del 7,65%. A continuación, Prisa, que subió un 4,29%. En el otro lado de la tabla, Nicolás Correa, que se dejó un 6,18%, mientras que Dinamia y Urbas bajaron más de un 5%.