Por fin, el puente
Actualizado:La experiencia nos enseña que todo presupuesto puede clasificarse dentro de una gama de tipologías definitorias. En la vida cotidiana todos tenemos que hacer cuentas para ajustar los gastos a nuestros ingresos y, de vez en cuando, pedir que nos hagan un cálculo del coste de algo que necesitamos adquirir. Por eso sabemos que existen presupuestos creíbles o increíbles, presupuestos realistas y serios o estimaciones irreales y engañosas y también están los presupuestos fáciles de realizar o, por el contrario, los presupuestos complicados a los que hay que dar infinidad de vueltas para poder ajustarlos. Los Presupuestos Generales del Estado no son una excepción y, entre ellos, tenemos claros ejemplos de todas las tipologías. Durante los últimos años hemos tenido, sobre el papel, unos presupuestos para supermillonarios, de esos que incluyen multitud de partidas para actuaciones que, o bien no se hacen, o se deja la deuda para el ‘paganini’ que venga detrás, con la particularidad de que, en este caso, los paganinis somos todos. Por el contrario, los PGE para el 2013 son ejemplo de la tipología realista y, sobre todo, de los de carácter complicado. Y son especialmente complicados porque, por un lado, tienen que incluir los pagos de todo lo que se debe de los falsos presupuestos anteriores y, por otro, hacen un esfuerzo por incrementar el gasto social. Y se ha logrado resolver el sudoku. De hecho, además de afrontar los intereses de las deudas, se ha podido incrementar el gasto social en 3.300 millones de euros, una partida que representa el 63,6% de todo el presupuesto y que va destinada a pensiones, servicios sociales, sanidad, educación y desempleo. También son unos presupuestos especialmente sensibles con Cádiz, y con sus inmediatas necesidades, dentro del realismo que corresponde a unos presupuestos serios, responsables y ejecutables. La provincia de Cádiz es la provincia andaluza, y una de la españolas, que más inversiones va a recibir por parte del Ministerio de Fomento, 232 millones de euros. La renovación de la Almoraima, tantas veces reclamada, o la planificación realista del AVE son algunos ejemplos. Y, por fin y de verdad, podemos poner fecha para cruzar el Puente. Lo del Puente, si dependiera de la Junta, tendría las mismas perspectivas que la Ciudad de la Justicia o el hospital que se está construyendo según reza en el cartel del descampado. Hace ya casi 10 años, en abril de 2003, de la Orden de Estudio de la Dirección General de Carreteras. A partir del 2004, el cuento de siempre, con las paradas, los impagos… Afortunadamente, con los Presupuestos Generales del Estado del 2013, podemos estar seguros que el año próximo el puente será una realidad.