Rubalcaba intenta aplacar los recelos internos hacia el PSC
MADRID.Actualizado:Alfredo Pérez Rubalcaba lanzó ayer un claro mensaje interno a quienes se sienten tentados de promover una ruptura de los lazos que desde finales de los años setenta atan al PSOE con el Partit dels Socialistes de Catalunya. «Ahora -dijo rotundo- lo que toca es apoyar al PSC». Su afirmación pone de manifiesto las tensiones que, de manera soterrada, se viven en su formación desde que estalló el debate soberanista en Cataluña.
En la propia ejecutiva del partido hay quien considera que los socialistas catalanes son en buena parte responsables de la deriva que han tomado las cosas y culpan al PSC de haberse dejado arrastrar por la corriente durante años, en lugar de poner «pie en pared» frente al discurso nacionalista. Pero incluso los más críticos con la «ambigüedad» del que llaman 'partido hermano' -el líder de los socialistas castellano-manchegos, Emiliano García-Page o el exsecretario general de los madrileños, Rafael Simancas, entre otros- admiten que en este momento no cabe otra opción que la unidad.
«Fundar otro PSOE en Cataluña, hoy por hoy, no es inteligente -admite un dirigente socialista que ve con recelo la apuesta del PSC por el federalismo asimétrico y su abstención en la propuesta de referéndum planteada por Artur Mas-; vamos a intentar llegar a un consenso que les 'defienda', pero nosotros no podemos renegar del planteamiento constitucional».
La posiblidad de revisar las relaciones entre el PSOE y el PSC, en todo caso, no es nueva. Ya la tanteó la anterior dirección del partido. Ahora Rubalcaba trata de reconducir el debate. «En lugar de hablar de hospitales y escuelas, los catalanes están hablando de si somos o no somos, que es muy complicado y genera división porque hay gente que se siente un poco de todo», dijo en una entrevista en Telecinco. Un reproche que no le impide seguir apostando por una reforma de la Constitución para avanzar hacia el federalismo.