Ciudadanos sin sentidos
Actualizado:El caso ERE no tiene sentido en un Estado de derecho. Menos sentido tienen los diferentes alegatos o mejor la falta de ellos, en los términos producidos en esa Comisión sin sentido, ya finalizada y que nos sitúa al principio de la misma. A mí me ha hecho recapacitar. Sobre todo las comparecencias de Chaves, Griñán, Vallejo, Zarrías, Álvarez y Guerrero. Seis ciudadanos carentes de ‘sentidos’.
Si los sentidos son los mecanismos fisiológicos que permiten la percepción, la Junta de Andalucía diseñó un entramado burocrático para hacer realidad la imposibilidad de percibir lo que realmente era legal, de lo que era manifiestamente ilegal. La discrecionalidad del poder, al margen de la ley y por lo tanto sin habilitación legal, en cuanto que escapa de la Ley, no es mera discrecionalidad política, es simple y llanamente corrupción.
El sentido de la visión lo ha perdido para siempre Chaves, que no vio nada. Srs. oftalmólogos acudan en su auxilio, pero después de las conclusiones de la Comisión, ya que IU amenaza con exigir responsabilidades retrospectivas. Tengo grabado en mi mente el tema ‘Bi-lore’ y al sumario me remito. A lo mejor es que este Sr. se enjabonó los ojos con algún producto de esa marca y los ojos se le han nublado. Desde entonces los días son grises como él.
El sentido del oído, es el de la percepción de las vibraciones del medio. Con todo lo que han gritado últimamente a Griñán debe haberse quedado sordo. Las pitadas de los funcionarios de la Junta que simplemente exigen se cumplan las sentencias, certifican que realmente está sordo del todo. En la Comisión ratifica su sordera sin pudor, cuando alega que no se enteró de nada de los ERE.
El sentido del gusto o del sabor, es uno de los sentidos químicos del cuerpo, ubicado en la lengua y el Sr Vallejo certifica en su exposición que ha tenido el gusto de conocer que «en las listas de beneficiados con las prejubilaciones, los había con carné de todos los partidos». Es el gusto que supone mirar carné, como la delegada de la Junta en Málaga, que también ha demostrado ese gusto de los junteros por los carné que certifiquen la afinidad política y para el diferente que le aplique la legislación vigente.
El sentido del olfato o del olor es el otro sentido químico. No sé cómo anda de nariz Zarrías, pero Linares no huele bien. Don Gaspar se ha vuelto un semáforo, dice que vehiculizaba los problemas hacia las distintas consejerías, haciendo de interruptor, priorizando, ahora para Jaén, después para Jaén y entre tanto también para Jaén.
El sentido del tacto es el de la percepción de la presión generalmente en la piel, de esa forma se percibe el calor, el dolor, el conocimiento de nuestro cuerpo, el equilibrio y a desequilibrarnos vino la comparecencia de Dª. Magdalena. Qué poco tacto tiene cuando abre esa boca: «¿después de gestionar 25.000 millones, qué importancia tienen 1000 millones?»
El sexto sentido es el que tienen los animales. Yo escuché por razones profesionales que el Sr. Guerrero era un animal político, que amansaba las fieras y les daba de comer en sus manos. En fin, a la imaginación de cada uno dejo este galimatías…