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Economia

La ayuda a la banca, solo 40.000 millones

Las necesidades de capital ascienden a 53.745 millones, de los que Bankia representa el 46%

M. J. ALEGRE
MADRID.Actualizado:

La petición de ayuda europea para la capitalización de la banca se limitará a unos 40.000 millones de los 100.000 millones concedidos, si bien las necesidades puestas de manifiesto por las entidades se acercan más a los 60.000 millones pronosticados por los expertos. A la primera de estas cifras llegó el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, tras exponer los resultados del examen a que se ha sometido el sector bancario por parte de la consultora Oliver Wyman. La prueba arrojó pocas sorpresas al revelar que, en situación extremadamente complicada, siete de los catorce grupos bancarios analizados precisarían reforzar su capital con 59.300 millones, mientras la otra mitad se desenvolvería con mayor o menor holgura para hacer frente a las pérdidas generadas por unas condiciones extremas.

Los que suspenden la prueba son los cuatro grupos nacionalizados -BFA-Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia- a los que se añaden Popular-Pastor, BMN y Liberbank. Los requerimientos de Bankia en un escenario de dificultades ascienden a 24.743 millones de euros, una cifra superior a la solicitada por el nuevo equipo gestor y que equivale al 46% de la estimación total de necesidades del sector en esa situación. Incluso en el escenario base, el capital de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri tendría que reforzarse con 13.230 millones.

Para bajar hasta los 40.000 millones de la prevista solicitud a los socios europeos se ha tomado en cuenta el impacto de las fusiones en marcha y los efectos fiscales -recuperación de las pérdidas por la vía de los ingresos futuros-, de manera que la cifra total de las necesidades de los 14 grupos analizados queda limitada a 53.745 millones. Y de esa cantidad habría que restar un tercio, según Jiménez Latorre, toda vez que muchos de los activos problemáticos se traspasarán al 'banco malo', algunos propietarios de entidades rescatadas sufrirán la correspondiente quita y hay entidades dispuestas a captar capital por sus propios medios, ya sea mediante desinversiones o acudiendo al mercado, sin tener que solicitar auxilio.

Es el caso del Banco Popular. La entidad ha comunicado que los 3.200 millones requeridos para un escenario extremo los obtendrá sin ayudas públicas, al tiempo que recuerda que siempre ha captado los recursos necesarios «a través de la retención de beneficios y la aportación de capital de sus accionistas».

El secretario de Estado de Economía presentó los datos de este examen de septiembre acompañado del subgobernador del Banco de España y director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, Fernando Restoy. Ambos comentaron que los dos grupos de cajas en proceso de fusión, Unicaja-CEISS y el liderado por Liberbank, junto con Ibercaja y Caja3, les han hecho llegar su disposición a continuar por esta vía. Admitieron la opción de que las entidades que integran estos proyectos procedan a realizar la reestructuración con anterioridad, individual o colectivamente para tomar la decisión de seguir adelante posteriormente.

Restoy quiso dejar claro que no es voluntad de las autoridades propiciar operaciones corporativas entre entidades en situación de vulnerabilidad. Han concluido, quizás por experiencias recientes, que «dos débiles no hacen una fuerte», y aseguran que ese es un error en el que no tienen intención de caer.

Jiménez y Restoy destacaron que siete grupos bancarios -Santander, BBVA, CaixaBank-Cívica, KutxaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja-CEISS (Caja España-Duero), el 62% de la cartera crediticia del sistema financiero español-, pasan los requerimientos del escenario más extremo con holgura, y no tienen necesidades adicionales de capital. Las cuatro entidades con mayores exigencias, que son las nacionalizadas, ya han comenzado a trabajar en planes de reestructuración. Los responsables económicos recordaron que está abierta la opción de venderlas mediante subasta «en cuanto sea posible».

En las tres restantes se abre un plazo, desde ahora mismo, para determinar si son capaces de cubrir sus necesidades por propios medios, o si van a precisar ayudas públicas. Si Liberbank (2.108 millones de déficit de capital), BMN (carencia de 2.208 millones) y Popular, tras presentar sus planes de forma inmediata, aún muestran a final de año necesidades de capital superiores al 2% de sus activos ponderados por riesgo, podrán pedir una inyección de recursos vía bonos contingentes convertibles (en el argot financiero, los 'cocos'). Podrían ser fondos 'puente', que solo pasarían a convertirse en capital público si no se logra reponer en esa misma cuantía el capital con dinero privado.