«No sé qué quiere decir eso del cine de autor»
Estrena en Europa 'Lo imposible', la superproducción española que barrerá en taquilla Juan Antonio Bayona Director de cine
SAN SEBASTIÁN.Actualizado:Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975) creció feliz en el barrio de La Trinidad, azotado por la droga y el paro. Su padre se ganaba la vida como pintor de brocha gorda, aunque cuando podía pintaba carteles para la fachada de los cines. Jota, como le llaman sus amigos, se fue contagiando de cinefilia. Jura que el primer recuerdo de su vida es un plano de 'Supermán'. Y antes de estudiar cine se acreditaba en festivales por la radio de su barrio para entrevistar a directores.
Así conoció a Guillermo del Toro, que le apadrinó en 'El orfanato', un bombazo que recaudó 25 millones de euros y tuvo 4 millones y medio de espectadores. Bayona regresa cinco años después con la película llamada a salvar las cuentas del cine español esta temporada. 'Lo imposible' narra la odisea real de una familia española que sobrevivió al tsunami que asoló Tailandia en 2004.
-Cómo lucen esos 30 millones de euros de presupuesto...
-Tendría que haber costado tres o cuatro veces más. Me dijeron que tenía 8.000 extras y a partir de ahí yo iba repartiéndolos: pon aquí 100, allá 50. Es una gran producción para ser española, pero siendo realista el presupuesto no era todo lo holgado que hubiese querido.
-Aunque no haga un duro en taquilla ya no pierden dinero.
-Solo con las ventas internacionales ya está amortizada. Era tan inconsciente que no me asustaba la envergadura del proyecto. Era excitante a nivel técnico recrear el tsunami, estuvimos casi un año preparando esa secuencia. Sentía responsabilidad al ser una historia real y reciente en la que los protagonistas están vivos. Ellos fueron los que me animaron a romper tabúes a la hora de tratar el asunto.
-Ha apostado por no abusar de los efectos digitales.
-Había que dejar que la realidad se metiera en la película. El agua digital es cinco veces más cara que la real. Solo por esa secuencia nos pedían el presupuesto de la película. Como no podíamos pagarlo y además no era igual de realista...
-¿No le preocupa que le acusen de frivolizar con una tragedia real?
-El tsunami es un eje de la historia. Tuve a María Belón (la española en que se basa el personaje de Naomi Watts) y su familia muy cerca. Ella firma como argumentista e incluso estuvo en el rodaje en Tailandia. María me decía que el dolor que mostraba en la pantalla era la nada comparado con lo que ella vivió. He visto imágenes del tsunami que no se pueden enseñar.
-¿Cómo fue trabajar con dos estrellas como Ewan McGregor y Naomi Watts?
-Muy fácil, ellos me ayudaron con mi inglés de niño de diez años. El primer día con Naomi, sin conocerla de nada, le senté en una silla y le pedí que se dibujara. Después me confesó que le había parecido una tontería, pero que la sorprendí y eso le gustó. Estaba feliz de que le pidiera tirarse de cabeza sin red.
-¿Le preocupan las críticas?
-He crecido leyendo revistas de cine y sé que lo que se ha dicho toda la vida de las películas de Spielberg. Cuando presentó en San Sebastián 'Tiburón' la tildaron de americanada. Sé qué película estoy haciendo.
-¿No tiene ansias autorales?
-¿Qué es eso de cine de autor? No lo sé. Me hace gracia. Polanski siempre se ríe del término, y más autor que él no hay otro. Hay una implicación personal en lo que cuento, tanto en una película de terror como en la tragedia del tsunami. No puedo contar esta historia sin detenerme por la emoción. Cuando investigué sobre lo que implica sobrevivir encontré un tema que no se había narrado nunca en una película de catástrofes. 'Lo imposible' es un viaje emocional, los personajes no se paran a hablar sobre lo que está sucediendo porque no hay tiempo. En vez de largarle al espectador un discurso sobre la vida, lo meto en Tailandia y lo saco sin muchas explicaciones.
-¿Cuál es ese tema inédito en el cine de catástrofes?
-Lo que más me interesa es qué sucede tras una experiencia así. ¿Cómo te vas de allí? Cuando hablas con los supervivientes descubres que lo duro empezó cuando se marcharon.