Cataluña pide a Hacienda 471 millones para pagar deudas

Aún no se habían apagado los ecos del discurso de Artur Mas ante el Parlament, en el que anunció el adelanto electoral al 25 de noviembre y la celebración de un referéndum sobre la autodeterminación, cuando en el Ministerio de Hacienda recibían el martes por la noche la solicitud de rescate financiero firmada por el consejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell. El ministro Cristóbal Montoro reveló la coincidencia en el Senado y tachó de «incoherencia» que el presidente catalán lance un órdago soberanista a España al mismo tiempo que pide ayuda a la Hacienda central.

La Generalitat de Cataluña ha tratado siempre con discreción su petición de rescate al Gobierno de Mariano Rajoy para pagar los vencimientos de su deuda. Es más, dijo que si recurría a ese mecanismo no suponía ninguna petición de auxilio porque el dinero solicitado también procedía de los impuestos de los catalanes. Pues bien, la solicitud de adhesión al Fondo de Liquidez Autonómica fue formalizada anoche y si no llega a ser por la voluntaria indiscreción de Montoro no se hubiera conocido, al menos hasta hoy, una vez que concluya el debate de política general en el Parlamento catalán.

«A pesar de esa incoherencia -dijo el ministro- vamos a atender en los próximos días el vencimiento a corto plazo que tiene Cataluña y que asciende casi a 500 millones de euros». En realidad son 471 millones para atender compromisos financieros que vencen la primera semana de octubre. El Gobierno va a escuchar los requerimientos de la Generalitat, explicó Montoro con cierta condescendencia, para «salvaguardar la imagen de Cataluña».

Impago de nóminas

El Gobierno de Artur Mas anunció hace dos semanas que iba a solicitar 5.023 millones de euros al fondo de rescate autonómico porque hasta fin de año tenía que hacer frente a créditos por valor de 5.755 millones de euros. Destinar fondos de su maltrecha tesorería a esos compromisos con la banca podría implicar, por ejemplo, el impago de las nóminas de los funcionarios. El ministro, no obstante, no pasó por alto la, a su juicio, incongruencia que supone que CiU vete en el Senado la reforma legal que permitirá constituir el Fondo de Liquidez Autonómica del que pretende beneficiarse el Ejecutivo de Artur Mas. «No se puede entender», exclamó Montoro. Los nacionalistas catalanes junto al PSOE se opusieron ayer en la Cámara alta a la modificación de la ley de Estabilidad.

En el Ejecutivo de Rajoy, entretanto, se cumplió a rajatabla la consigna de no responder a los emplazamientos soberanistas del nacionalismo catalán. «Hay que meter la cabeza en el congelador» y actuar con inteligencia para no generar más tensión ni alimentar el victimismo, comentaba un alto dirigente del PP.

Pero a pesar de estas instrucciones algunos diputados mostraron su disconformidad, y la parlamentaria andaluza Esperanza Oña resumió en un mensaje de Twitter el sentir de muchos de sus compañeros: «Si (Cataluña) no quiere nada con España, que no pida tampoco ayuda económica al Gobierno».