La primera luz al final del túnel
De las palabras de Sáenz de Santamaría, Montoro y De Guindos parece desprenderse que éste sería el peor año del ajuste, y el último en que se produciría un leve aumento del desempleo
MADRIDActualizado:El gobierno acaba de presentar el presupuesto más austero de la democracia –hemos ido batiendo marcas en los últimos años-, unido a un plan de reformas estructurales para el próximo semestre. En cualquier caso, de las palabras de los intervinientes –Sáenz de Santamaría, Montoro y De Guindos- ha parecido desprenderse que éste sería el peor año del ajuste, y el último en que se produciría un leve aumento del desempleo. Quizá estemos viendo la primera luz al final del túnel, y a esta impresión contribuye también el augurio, realizado tanto por la vicepresidenta como por el ministro de Hacienda, de que se cumplirán las previsiones de ingresos de este año, algo que no sucedía desde 2008.
Las cuentas públicas para el año que viene pretenden reducir el déficit desde el 6,3% que deberíamos alcanzar al final de este 2012 hasta el 4,5% al término del 2013. Como es conocido, estos porcentajes resumen el compromiso de convergencia español con Bruelas, y resultaría preocupante que no fuéramos capaces de alcanzarlo. Sólo por este concepto, el recorte teórico sería de unos 18.000 M€. Y a ello hay que añadir algo más de 9.000 M€ por sobrecoste de los intereses de la deuda y otros 6.700 M€ por la mayor aportación a la Seguridad Social. Además, el Gobierno ha aprobado una norma para utilizar 3.063 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social para resolver problemas de tesorería del sistema.
El Presupuesto de 2013 parte de un techo de gasto de 127.000 M€, un 9,2% más que en 2012, aunque al excluir los gastos mencionados en intereses de deuda y la mayor aportación a la Seguridad Social, el limite de gasto no financiero del Estado queda en poco más de 73.000 M€. Ésta es la cifra real de que dispone el Gobierno para realizar sus políticas, y como es natural obliga a fuertes recortes en todos los ministerios. La reducción del gasto en el conjunto de los Departamentos será del 12,2% en 2013, hasta los 31.000 M€, lo que en términos absolutos supone un ahorro de 4.300 M€.
Este esquema ha obligado a congelar un año más el salario de los funcionarios, que sin embargo en 2013 disfrutarán de sus dos pagas extraordinarias, a cambio de incrementar el 1% las pensiones –por debajo de los precios- y además mantendrá la compensación por subida del IPC en el mes de noviembre (actualmente, la inflación es del 2,7%, y cada décima de subida de las pensiones representa unos 100 M€). En definitiva, según se ha recalcado en la rueda de prensa, las únicas partidas que subirán en el ejercicio de 2013, son pensiones, becas y servicio de la deuda.
Este planteamiento presupuestario, vinculado a nuevas reformas –entre ellas, la creación de una autoridad fiscal independiente para controlar los déficit- se tendrá en pie si el ejercicio actual culmina bajo el límite de déficit mencionado, del 6,3% del PIB, algo de lo que duda buena parte de los economistas. Si así fuera, y el Gobierno tuviese que apretar más las tuercas al gasto –recortando las pensiones o el desempleo, por ejemplo- la irritación ciudadana se radicalizaría aún más, lo que obligaría a pensar en soluciones a más largo plazo y menos estrictas. De momento, sin embargo, parece que el país está teniendo éxito con la consolidación fiscal, lo que constituiría una razón de cierto peso para seguir intentando eludir el segundo rescate.