EL CÁDIZ TIENE UN PROBLEMA
Actualizado: GuardarLo que pasó el domingo en el partido contra el San Roque en el último suspiro es como para preocuparse. El Cádiz tiene un serio problema en defensa, realiza demasiadas concesiones y no es un hecho aislado, sino que se repite partido a partido. Un mal al que debe poner solución cuanto antes, ya que de lo contrario se puede hipotecar la consecución del objetivo a final de temporada, que todos esperamos que sea el del ascenso de categoría. Después de ver una y otra vez como se cometen errores imperdonables que cuestan goles, puntos y partidos, uno empieza a plantearse si es que es cuestión de que no se ha acertado con los fichajes o si por el contrario se trata de que los jugadores no terminan de acoplarse al planteamiento de Alberto Monteagudo. Desde luego que por trabajo no queda. Uno va con regularidad a los entrenamientos y se da cuenta de que se ensayan las jugadas, se hablan las cosas y no se ponen paños calientes.
El albaceteño, de hecho, nunca ha tenido problemas para hacer autocrítica y reconocer cuando se han hecho mal las cosas. Creo que es el punto de partida desde el que se puede conseguir que se solucionen los contratiempos.
Por eso no comparto unas declaraciones realizadas en la SER por Alessandro Gaucci tras el partido en Villanueva de la Serena, donde venía a decir que la prensa era la única que no estaba contenta con la labor defensiva del equipo. Pienso que hay que felicitar cuando el trabajo está bien hecho y criticar, desde el respeto, cuando no es así. Y tengo la percepción de que, si se estuviera satisfecho con lo visto hasta ahora, mal íbamos encaminados. Ser exigente sirve para crecer y mejorar.
Y como los problemas nunca vienen solos, ayer Francis se lesionó el tobillo y su calvario se prolongará algún tiempo. Aprovecho este espacio que se me concede para lanzar un mensaje de ánimo al futbolista y desearle que se recupere lo antes posible.