El régimen bielorruso repite la farsa electoral
MOSCÚ.Actualizado:El resultado de las elecciones legislativas del domingo en Bielorrusia era previsible, pero no por eso ha dejado de indignar a propios y extraños. Al igual que en las parlamentarias de 2008, la oposición ha vuelto a quedarse sin escaños. Cinco partidos llamaron al boicot y retiraron sus listas, pero 26 candidatos de otras formaciones opositoras se mantuvieron en liza. Ni uno de ellos será diputado.
Esta vez, el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, ha intensificado los esfuerzos no solo para cerrar el paso de sus adversarios a la Cámara legislativa, sino también para falsear el índice de participación. Para que los comicios puedan ser declarados válidos hace falta que vote la mitad del censo electoral y el llamamiento de la oposición a no hacerlo suponía un riesgo.
Según los datos que maneja el dirigente democristiano, Vitali Rimashevski, «solamente un 38% de participación». Esas cifras cuadran con las facilitadas por otros partidos contrarios a Lukashenko, pero no con las que maneja la Comisión Electoral Central de Bielorrusia, sostiene que la participación fue del 74,3%.