Chaves asegura que nunca «conoció, aprobó ni avaló» las irregularidades de los ERE
El expresidente dice sentir «el mismo dolor» que la mayoría de los andaluces ante el uso abusivo de este programa de ayudas
Sevilla Actualizado: GuardarEl expresidente del Gobierno andaluz, Manuel Chaves, ha declarado esta mañana ante la comisión que investiga en el Parlamento el fraude en los expedientes de regulación de empleo (ERE) y ayudas a las empresas en crisis. Ha acudido solo y en la sesión los diputados del PSOE han rehusado hacerle preguntas, lo mismo que los del PP hicieron con Javier Arenas. Manuel Chaves ha afirmado con rotundidad que nunca tuvo conocimiento de las irregularidades o “presuntos actos ilícitos” que pudieron cometerse en la Consejería de Empleo en el caso de los ERE fraudulentos cuando fue presidente de la Junta de Andalucía (1990-2009). Chaves ha defendido el programa de las ayudas sociolaborales recogido en la partida 31L del Presupuesto de la Junta porque permitió sostener el empleo de miles de trabajadores durante una etapa conflictiva, en referencia a los años 2001 a 2004. Ha añadido que calificar de “fondo de reptiles” esta partida es fruto de “una mente perversa”. “Calificar de opaco o de ‘fondo de reptiles’, no solo me parece una desmesura, sino una falsedad que solo puede derivar de una mente perversa”, ha dicho.
Durante su intervención de alrededor de dos horas, Chaves ha insistido en que nunca tuvo conocimiento del procedimiento que se utilizó para las ayudas, que la jueza Alaya considera ilegal; tampoco tomó decisiones o fue informado de las subvenciones que se concedieron a las empresas (50 millones de euros a una sola comarca, la sierra norte de Sevilla). Chaves explicó que como presidente “no tenía por qué conocer el día a día de las consejerías” y por tanto tampoco los reparos de la Intervención General de Hacienda al pago de los ERE. También niega que se haya reunido alguna vez con el principal imputado de la trama, Javier Guerrero, exdirector general de Empleo. “Nunca me reunía con directores generales o viceconsejeros, solo con los consejeros”, ha aclarado.
Chaves ha manifestado en su exposición antes de las preguntas de los diputados que en el tiempo que ha presidido la Junta de Andalucía, “y estoy seguro que tampoco en la del actual presidente, José Antonio Griñán”, el Consejo de Gobierno nunca “conoció, aprobó ni avaló” ninguna medida ilegal. También ha añadido que todo lo aprobado ha llevado los informes y requisitos que marcan la ley. Ahora bien, ante el escándalo de los ERE ha admitido que pudo darse actos “punibles penalmente” durante el desarrollo del procedimiento de ayudas a las empresas y trabajadores sin que tuviera conocimiento de ello. Ha recalcado que no puede verse estos hechos delictivos como una causa-efecto del procedimiento, que reitera como legal. “Tengo que decir que siento el mismo dolor que han podido sentir la mayoría de los andaluces”, ha enfatizado. Ante la pregunta de la diputada de IU, Alba Doblas, sobre cómo tuvo conocimiento del escándalo, el expresidente responde que a través de los medios de comunicación. También ha aclarado que no ha tenido reuniones con dirigentes del PSOE sobre este asunto y tampoco ha recibido consignas o recomendaciones, solo ha hablado de ello, ha admitido, en “charlas de café” con compañeros de partido.
Disculpas
A preguntas de Doblas también ha dicho: “Pido disculpas por errores puntuales”. Pero tanto en sus respuestas a Doblas como al portavoz del PP, Carlos Rojas, Chaves ha insistido de forma reiterada que tanto el programa de ayudas sociolaborales, como la partida presupuestaria (31L) y el procedimiento administrativo aprobado para su desarrollo eran legales. El ahora diputado del PSOE en el Congreso ha admitido que el procedimiento con el acuerdo marco entre la Consejería de Empleo y el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) para el pago de las ayudas “tiene un amplio margen de discrecionalidad” y era “poco concreto”, pero que estaba sujeto a todos los controles. Ha dicho varias veces que los informes de la Intervención General de Hacienda (que emitió cinco avisos alertando de irregularidades) nunca llegaron a sus manos porque “no tenían por qué llegar”. Ha leído la declaración del exinterventor Manuel Gómez para enfatizar que nunca dijo que el procedimiento o la partida fueran ilegales. Sobre la actuación del interventor y la responsabilidad política de los destinatarios de sus advertencias, el consejero de Hacienda (entonces Griñán) y el de Empleo, ha habido varios rifirrafes con Doblas y Rojas. Doblas le ha recriminado que mientras se producía el fraude y el interventor avisaba de irregularidades, los responsables políticos parecían tener una venda. “Muchas veces el bombero puede avisar y no avisa”, dijo Chaves en referencia a la ausencia de un informe de actuación del interventor, de luces rojas sobre menoscabo de fondos públicos. El portavoz del PP, Carlos Rojas, ha querido ver en esta frase una alusión al entonces consejero de Economía y Hacienda, José Antonio Griñán, a quien iban dirigidos los informes de advertencia.
El expresidente ha acusado al PP de intentar hacer una causa general contra los 30 años de gobiernos socialistas. Ha defendido que en sus 20 años como presidente nunca hubo ningún miembro de su Gobierno procesado por un delito. Preguntado por el PP si defiende la actuación de su exconsejero Antonio Fernandez, que ha pasado seis meses en prisión con fianza, ha dicho: “No tengo ninguna objeción sobre su gestión, confié en él y confío en él. Mientras no se demuestre lo contrario es presuntamente inocente”.
También ha negado que tuviera encuentros a solas con el exdirector de Empleo, Javier Guerrero, aunque no descarta que este asistiera a alguna reunión con su consejero y otros cargos de la Junta. “No lo recuerdo, pero si dice que estuvo a solas conmigo, miente”.
Chaves ha pedido que caiga “todo el peso de la justicia” para los que han cometido el fraude. También ha insistido en que los actos ilícitos cometidos “no pueden menoscabar ni poner en entredicho” la honestidad de toda la administración de la Junta, de los cargos políticos, ni “la eficacia y la honestidad de los funcionarios de la Junta de Andalucía”. “No es justo ni legítimo utilizar estos actos para perjudicar la imagen de Andalucía”, ha enfatizado en su alocución final.
También ha apelado a la responsabilidad de los partidos para perseguir la corrupción ocurra donde ocurra, pero sin entrar en populismo. “Estamos asistiendo a desafección de la politica, eso es peligroso porque es la base del populismo y es la mayor gangrena de la democracia”, ha dicho.
Sus últimas palabras han estado llenas de cierta nostalgia. Solo es un diputado en el Congreso. “Ahora que mi tiempo politico ha pasado” ha dicho para agregar que ha podido cometer errores en su vida política, pero “siempre he actuado en el marco de la legalidad, siempre defendiendo los intereses de los andaluces, ese es mi mayor patrimonio político”.