Griñán quiere que Andalucía lidere la conquista del Estado federal

Griñán quiere que Andalucía lidere que España camine hacia un Estado federal y sirva de garante de un modelo en el que todos los españoles tengan los mismos derechos y servicios vivan donde vivan. El presidente andaluz quiere reproducir el papel que Andalucía jugó en 1980 cuando tras su referéndum del 28 de febrero abortó un proceso autonómico de dos velocidades y obligó a establecer el 'café para todos'. La apuesta de Griñán tiene mucho que ver con el reparto del dinero a las comunidades y con la reivindicación separatista de los nacionalistas catalanes.

Tras la multitudinaria manifestación en pro de la independencia en Barcelona el pasado día 11, Griñán fue el primer dirigente del PSOE en apuntar la gravedad de las consecuencias para Andalucía de las pretensiones nacionalistas catalanas, sobre todo cuando Mas reivindicó de nuevo el pacto fiscal, es decir, autonomía en su financiación. La teoría del presidente es que dos frentes, uno de los nacionalistas y otro de la derecha conservadora, están fraguando un modelo de Estado anterior al 28F, con las comunidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia) con autonomía plena y el resto bajo el ala del Estado.

Al mismo tiempo, Griñán ha advertido que el actual modelo de financiación aprobado en 2009 perjudica a Andalucía y a otras comunidades porque reciben menos dinero del que les corresponde. Pidió su adaptación, aunque no su reforma. Rajoy sí admitió la necesidad de reformar el sistema para apaciguar a Mas. Rajoy, sin embargo, se ha encontrado con la negativa de las comunidades de su partido que lidera Dolores de Cospedal, rotundamente en contra de abrir el melón de la reforma por la situación de crisis económica.

En el fragor de la batalla por el reparto del dinero, Griñán vuelve a levantar la mano para reclamar que se avance hacia un Estado federal, de «federalismo cooperativo», una vieja propuesta del PSOE que ahora retoma con fuerza. Pide que se fijen de una vez por todas las líneas para que haya equidad en la financiación autonómica que garantice mantener el modelo de bienestar social. Un sistema que no esté al albur de los cambios de Gobierno.

En las últimas dos semanas Griñán ha dado aldabonazos en todas sus intervenciones sobre ello, reclamando abiertamente que se avance hacia un Estado federal para cerrar el proceso autonómico. El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se sumó ayer y expuso esta propuesta como una reivindicación de los socialistas.

El PSOE quiere que Andalucía, la comunidad de mayor población española y donde este partido gobierna en coalición con IU, sirva de contrapeso a las posturas centralistas del sector más conservador del PP liderado por Cospedal y a la de los nacionalistas catalanes.

Lo que empezó siendo aldabonazos e insinuaciones del presidente andaluz, ha acabado convirtiéndose en una propuesta firme. Tan firme que ayer el vicesecretario general del PSOE andaluz, Mario Jiménez, manifestó que el debate sobre el modelo federal no debe esperar, sino abordarse esta legislatura «en paralelo a otras cuestiones», en referencia a un cambio del sistema de financiación e incluso de una reforma de la Constitución. Subrayó que «el momento es ahora» porque la derecha «ha ido debilitando el modelo constitucional y ha tocado todos los consensos constitucionales» desde que ganó las elecciones el pasado 20 de noviembre.

Jiménez dijo estar convencido de que los andaluces saldrán a la calle otra vez para defender los mismos derechos para Andalucía que para otras comunidades. Aseveró que lo que intenta salvaguardar el PSOE con su propuesta de un estado federal son los derechos de equidad de todos en educación, en sanidad y servicios sociales. «Eso no es un debate académico, sino que la calidad de vida está detrás», enfatizó.

Críticas de Zoido

El presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, criticó a Griñán y se mostró en contra de su propuesta de un estado federal. En declaraciones a Canal Sur Radio pidió a Griñán que deje de dar bandazos y mantenga una postura institucional ya que es presidente de todos los andaluces. Le advierte de que, en este momento tan crucial, cuestionarnos el modelo de estado supone hacerle el juego a aquellos que quieren la asimetría, porque Cataluña quiere ser distinta a Andalucía , y supone una «grave equivocación».

La reapertura del nunca zanjado debate sobre el modelo de Estado llega en un momento inoportuno, con problemas gravísimos sobre la mesa, pero no es soslayable. La crisis económica, la asfixia de las comunidades autónomas está en la raíz del planteamiento. Es inevitable, pues, revisar cómo se reparte la caja común y hacerlo de manera que dé satisfacción a todas las partes. El 'federalismo cooperativo', que Griñán propone y aún ha de explicar con más detalle, quiere ser una solución para este nuevo encaje, económico y político, desatado por la multitudinaria Diada catalana. En este contexto, a Andalucía le toca hacerse oir y defender sus posiciones para no verse discriminada en el régimen de financiación, para evitar tanto la 'asimetría' como las tentaciones recentralizadoras. El reto es que en esa defensa estén todas las fuerzas políticas. El 'Pacto por Andalucía' que el presidente del Parlamento ha propuesto puede ser un buen cauce.