ESPAÑA

José Bono: «Guerra se creía dueño de voluntades ajenas, era un perito en intrigas»

El expresidente afirma en su libro que el PP pasó página de los GAL cuando pudo verse manchado Fraga

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El expresidente del Congreso y de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, rompió en 1992 con Alfonso Guerra y revela ahora los motivos para acabar su amistad con el entonces vicesecretario del PSOE, alguien que se creía «dueño de voluntades ajenas» y que era, dice, «un profesional, un perito en intrigas».

La conversación que mantuvo con Guerra el 8 de abril de 1992, en la que decide «no soportarle mansamente ni un día más» y terminar con una «situación de dependencia y subordinación», abre el primer volumen de los diarios de Bono, que llega a las librerías el martes 25 de septiembre con el título 'Les voy a contar'.

En ese libro Bono repasa buena parte de los años noventa, el fin del «felipismo», las luchas intestinas en el Partido Socialista o las relaciones de la política con la banca o la Iglesia.

El primer capítulo recoge la ruptura con Guerra, que le reprocha falta de lealtad y le acusa de haber organizado una cena en Toledo para «impulsar a (Narcís) Serra», que le había sustituido en la vicepresidencia del Gobierno de Felipe González. «Estuve a punto de prohibirla (la cena)' me dice. ¿Prohibirla? Se considera dueño de voluntades ajenas; Guerra tiene una idea del poder en la que solo caben subordinados que le obedezcan o le halaguen», narra Bono.

«Más que los demás»

«Guerra se cree más que los demás y, por supuesto, mucho más que yo. Lo más peregrino de la conversación es su teoría sobre la conspiración universal contra el partido, es decir, contra él», continúa, convencido de que el dirigente socialista «no soporta haberse ido del Gobierno y que el mundo siga girando como si nada hubiese ocurrido».

El exdirigente socialista también recuerda en sus diarios la conversación que mantuvo en 1995 con el general José Antonio Sáenz de Santamaría, quien le confesó que el PP impulsó la disolución de la comisión de investigación parlamentaria sobre los GAL cuando supo que «iba a hablar de Fraga».

Bono rememora la «bomba» que le contó quien había sido responsable de la Guardia Civil cuando al frente de Interior se sucedían Manuel Fraga, Rodolfo Martín Villa, Antonio Ibáñez y Juan José Rosón, desde el final del franquismo hasta los Gobiernos de UCD.

José Antonio Sáenz de Santamaría fue llamado a declarar en la comisión de investigación creada en el Senado sobre la guerra sucia contra ETA y habló con Bono cuando éste se dirigía a Telecinco para ser entrevistado.

«Tú diles que el PP impulsó la disolución de la comisión de investigación al saber que Sáenz de Santamaría iba a hablar de Fraga», escribe Bono en sus diarios tras la charla.

«Martín Villa -prosigue el general- habría informado al presidente del PP de mi intención de desvelar a la comisión del Senado todos los casos de guerra sucia que conozco desde 1975. Entonces se acojonaron», añade.

Sáenz de Santamaría le dijo a Bono que estaba dispuesto a contar «comprometidos asuntos, aunque sin imputar responsabilidades a los expresidentes de Gobierno. La idea era que se hacían las cosas y los presidentes del Gobierno no se enteraban».

Volar a ETA

Bono recoge también unas palabras de Felipe González en junio de 1993, tras el atentado terrorista de ETA en la calle Joaquín Costa de Madrid en el que murieron siete militares.

«Me salen los instintos más primarios y lo primero que pensé cuando me informaron del atentado fue en una operación, que deseché, consistente en volar a todos esos hijos de puta en una reunión que iban a tener en Bayona y de la que teníamos noticia previa», una confesión que el propio Felipe González reveló en una entrevista hace dos años.