Descubriendo a Nadal
Rajoy confía en sus análisis «exhaustivos y desapasionados» para mediar en las disputas entre los ministros que gestionan la crisis El director de la oficina económica del Presidente, un peón clave en la negociación con Berlín
MADRID. Actualizado: GuardarVarios prestigiosos periódicos 'salmón' europeos escudriñan desde hace meses quién es Álvaro Nadal (1970) y, sobre todo, a qué obedece la «influencia» que el actual director de la oficina económica de la Moncloa ejerce sobre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No se trata de un milagro reciente. Nadal, en los inicios de su carrera, formó parte de los equipos de los ministros Cristóbal Montoro y Rodrigo Rato durante el segundo mandato de José María Aznar.
Su primer gran paso adelante lo dio en el año 2004, cuando el ahora ministro de Agricultura, Miguel Ángel Arias Cañete, lo fichó como revulsivo para el equipo económico de la dirección nacional del Partido Popular, que se había quedado huérfano tras el inesperado primer revés electoral que sufrió Mariano Rajoy.
Pero uno de los momentos cruciales en la carrera de Nadal llegó en 2008, cuando la hoy vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, lo incorporó a la cúpula del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados junto a Fátima Bañez, José Luis Ayllón, José Manuel Lasalle o Alfonso Alonso. Un grupo que, en los ambientes políticos, recibió el apodo de 'los sorayos' debido a la gran confianza que la vicepresidenta depositó, y mantiene, en todos ellos.
«Nadal es uno de los expertos más brillantes que conozco, capaz de hacer comprensible el concepto económico más complejo», destaca un alto cargo del Ejecutivo. Su vocación inicial no fue la economía sino el derecho, cuenta uno de sus allegados. Ingresó, gracias a una nota que rozó el 9, en la universidad jesuita de ICADE en 1988, para cursar la doble licenciatura de Derecho y Económicas, junto a su hermano gemelo, Alberto Nadal (actual director adjunto a la Secretaria General de CEOE). «Eran unos estudiantes modelos, los recuerdo a los dos llegando a clase con gabardinas iguales», apunta un compañero de universidad. Esta misma fuente destaca que la pasión por la macroeconomía, que les hizo abandonar la senda del derecho, se la transmitió el profesor Benigno Valle.
Dejó la política de manera momentánea tras aprobar las oposiciones a Técnico Comercial y Economista. Fue el número uno de su promoción (y su hermano, el número dos). Amplió su doctorado en la prestigiosa universidad estadounidense de Harvad y trabajó como consejero económico y comercial de la embajada de España en Israel, entre otros destinos.
Nadal, casado con la diplomática Teresa Lizaranzu, rehúye de cualquier tipo de ostentación. Durante la pasada legislatura iba a trabajar al Congreso en bicicleta y permanecía en su despacho hasta altas horas de la noche. Su horario, en realidad, formaba parte del acuerdo tácito que suscribió con Sáenz de Santamaría. «Era un hombre que trabajaba en Madrid y vivía en Berlín», comenta en tono irónico un compañero de bancada.
Pero en efecto, Nadal ponía rumbo todos los viernes a Alemania para ver a su mujer y a sus dos hijas. «Podría escribir todo un tratado sobre las compañías aéreas de bajo coste», apunta otro diputado del PP. Y es que la esposa de Nadal estuvo destinada cuatro años en la Embajada de España en Berlín. Para entonces, ya era un cualificado experto en las estrategias macroeconómicas que han seguido los gobiernos de Alemania y de los Estados Unidos en las últimas décadas.
Estos antecedentes, y su total dominio del alemán y el inglés, le han convertido en el interlocutor principal de Mariano Rajoy ante el equipo de la canciller Angela Merkel, con los que mantiene contactos telefónicos varias veces por semana. Pergeñó con ahínco los dos encuentros que Rajoy y Merkel han celebrado en los primeros ocho meses de mandato (uno en Berlín y otro en Madrid) y ahora trabaja en la cumbre bilateral que celebrarán ambos países.
«No es solamente porque les hable en alemán, sino porque le apasiona la forma germánica de entender la vida y el trabajo», incide otro de sus conocidos. Tanto es así que nada más regresar su esposa a España (actualmente desempeña el cargo de directora general de Industrias Culturales y del Libro) matriculó a sus retoños en un colegio alemán de la ciudad de Madrid.
Diagnóstico
Pero esa no es, ni mucho menos, la única función que desempeña en la Moncloa. «Nadal ofrece a Rajoy y a Soraya Sáenz de Santamaría una visión más neutral o desapasionada de los conflictos que puedan surgir entre los ministros económicos», destaca un miembro del Ejecutivo.
De hecho, tuvo una aportación decisiva en la polémica (que llegó a ser pública) entre el titular de Hacienda y Administraciones Públcias, Cristóbal Montoro y el de Industria y Energía, José Manuel Soria, a cuenta de cómo debía afrontar el Gobierno la reforma energética.
Otra fuente de la Moncloa abunda en que Rajoy, tras departir de manera individual o de forma conjunta con los miembros de la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, encarga a Nadal un diagnóstico general de la situación. «Rajoy se fía mucho de Nadal», apuntala un ministro.
Los que han trabajado con él destacan su trato afable, aunque reconocen que a veces, por su conocimiento exhaustivo de las materias de las que se ocupa, se pone un poco «intenso».