Mitt Romney da a conocer su declaración de la renta de 2011 para evitar acusaciones
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarMitt Romney dejó ayer a los expertos rascándose la cabeza al hacer pública repentinamente su declaración de la renta del año pasado, algo que los demócratas habían pedido repetidamente. El movimiento del candidato, acorralado esta semana por sus propias declaraciones despectivas hacia el 47% de la población que recibe algun tipo de ayuda social, solo ratifica esa imagen de millonario desconectado de la realidad que tanto daño le hace.
Romney es obscenamente rico, aunque un poco menos de lo que había anticipado su campaña, que en enero adelantó unos ingresos estimados de 20,9 millones de dólares (16 millones de euros).
Tras presentar su declaración en abril, los documentos aportados indican que el año pasado ganó 13,69 millones de dólares (10,54 millones de euros), a pesar de que no pisó más oficina que la de su propia campaña. Por esa cantidad pagó 1,9 millones de dólares en impuestos (en euros, 1,4 millones), o una tasa del 14,1%, la mitad de lo que paga la mayoría de los estadounidenses. El matrimonio Romney donó algo más de cuatro millones de dólares (3 millones de euros) a su iglesia mormona y a distinas organizaciones de caridad.
Romney había anticipado que pagaría un 15,4% en impuestos, a pesar de que en su declaración de 2012 pagó un 13,9%. La campaña aportó también un extracto de sus declaraciones de los últimos diez años en las que señala la media pagada en el 20,2%, y la tasa más baja que ha pagado, en el 13.66%.
El escándalo, sin embargo, ha llegado en otras declaraciones de la mano de las cuentas en Suiza y los fondos de inversiones en las Islas Caiman, que le ayudan a contribuir al fisco en un porcentaje menor de lo que probablemente paga su secretaria personal.