El cortejo fúnebre de Carrillo pasa delante de la fuente de Neptuno, en Madrid. :: JUAN CARLOS HIDALGO / EFE
ESPAÑA

Puños en alto, lágrimas y 'La Internacional' en el adiós a Santiago Carrillo

Los restos del exdirigente comunista fueron incinerados en el cementerio de la Almudena y las cenizas, trasladadas a Gijón

MADRID. Actualizado: Guardar
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Puños en alto, lágrimas y aplausos con el telón de fondo de gritos de «¡No pasarán!» o «¡Adiós camarada!» jalonaron la salida del féretro de Santiago Carrillo del auditorio Marcelino Camacho en la sede de CC OO de Madrid rumbo al cementerio de la Almudena. El tráfico estuvo cortado desde el paseo del Prado hasta la plaza de Cibeles, donde se perdió en el tupido tráfico de la capital en dirección a la sala de cremación del camposanto. Allí, el ataúd fue llevado a hombros de sus tres hijos y amigos hasta las instalaciones del horno. La intención de la familia era trasladar ayer mismo las cenizas a Gijón para que fueran aventadas en el mar Cantábrico.

Antes, en la sede del sindicato, la capilla ardiente estuvo abierta un par de horas más, hasta las diez de la mañana, para que cientos de ciudadanos anónimos, en su mayoría de avanzada edad, rindieran su último homenaje al exsecretario general del PCE. CC OO calcula que hasta 32.000 personas pasaron por delante del cadáver desde el miércoles hasta ayer.

Santiago Carrillo, hijo, se dirigió las decenas de personas presentes en el auditorio sindical para agradecer a los numerosos dirigentes políticos, representantes institucionales y artistas, pero sobre todo a los ciudadanos y «viejos camaradas» que acudieron a dar un último adiós a su padre. «Para vosotros se va el camarada, el amigo, el compañero, pero a nosotros se nos va un marido, 67 años juntos mamá; un padre que para nosotros, que nacimos en el exilio, fue nuestras raíces; y un abuelo tan querido», dijo con la voz entrecortada.

Pese a lo emotivo del momento, el hijo mayor de Carrillo tuvo fuerzas para instar a los presentes a seguir el ejemplo de su padre, y para eso, dijo, «no hay que tirar jamás la toalla, no rendirse jamás». «Muchas gracias y hasta siempre papá», dijo ya entre lágrimas.

El secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, también tuvo unas palabras para ensalzar una vez más la figura del difunto, pero también para lanzar una queja. «Si nuestra democracia fuera más grande, Santiago tendría que haber salido de la carrera de San Jerónimo», en referencia al vecino palacio de las Cortes, en las que Carrillo fue diputado durante tres legislaturas. El único homenaje del Congreso fue una declaración institucional de reconocimiento y un cerrado aplauso de los diputados, con algunas excepciones en los escaños del PP, el pasado martes.

Tras la intervención del líder de CC OO, una trompeta entonó 'La Internacional' con los asistentes puestos en pie y el puño en alto.

Calle y homenaje

Mientras el cuerpo sin vida de Carrillo se dirigía al cementerio, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid se reunió y aunque ningún grupo lo planteó, el PSOE anunció que lo hará la próxima semana, la alcaldesa informó de que una calle de la ciudad llevará el nombre de Santiago Carrillo. «Hay que tener grandeza de miras y mirar un poquitín a lo largo», comentó Ana Botella, que recordó la negativa de IU a que una calle de Madrid lleve el nombre de Manuel Fraga.

No será el único homenaje. El PCE, partido que expulsó hace 27 años a Carrillo de sus filas tras varias y convulsas crisis internas, anunció que va a homenajear al que fuera su secretario general entre 1960 y 1982 en la fiesta anual del partido que se celebra este fin de semana en el parque Dolores Ibarruri de la localidad madrileña de San Fernando de Henares.