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Artur Mas saluda a grupos de indepentistas a su llegada ayer a Barcelona. :: ANDREU DALMAU / EFE
ESPAÑA

El independentismo agasaja al 'president' a su regreso

Una manifestación recibe a Mas con gritos a favor de la autodeterminación tras el fracaso de la cita en la Moncloa

CRISTIAN REINO
BARCELONA.Actualizado:

Centenares de personas, dicen que 2.000, abarrotaron ayer la pequeña plaza Sant Jaume de Barcelona para «reafirmar el clamor inequívoco» que una parte de la ciudadanía expresó durante la Diada a favor de un estado propio y como gesto de réplica al portazo de Mariano Rajoy a las reclamaciones de Artur Mas.

La protesta, convocada por la Assemblea Nacional Catalana, la plataforma que organizó la marcha del 11 de septiembre, sirvió además para constatar el apoyo que el movimiento soberanista profesa al presidente de la Generalitat, que fue recibido a las puertas del Palau de la Generalitat con gritos a favor de la independencia y con los elogios de la presidenta de la ANC, que destacó que Mas se comportó en Madrid como el presidente de un Estado. El homenajeado se dio un baño de multitudes y no salió al balcón, pero sí bajó a la plaza donde saludó a algunos de los asistentes, con los que cantó el himno catalán.

El soberanismo, o una parte, está con él, pero la manifestación de la Plaza Sant Jaume, donde se levanta el Palau de la Generalitat, constató, como en la Diada, que los movimientos independentistas serán muy exigentes con Mas desde el punto de vista identitario. El presidente del Gobierno catalán, igual que Josep Antoni Duran Leida, pidió calma y serenidad tras su encuentro con Rajoy. Aunque la calle le dejó claro que va por otro lado: «Cataluña ha de iniciar el camino hacia la consecución de un estado independiente», señalaron los impulsores de la marcha, que exigieron una hoja de ruta soberanista que no se alargue demasiado en el tiempo.

Mas también siente la presión de los partidos independentistas, que al calor del ambiente preelectoral que se vive en Cataluña reclaman gestos que el 'president' aún no puede o no está dispuesto a dar. Esquerra Republicana señaló que tras «el descanse en paz» al pacto fiscal, ahora lo que toca es cumplir con lo que el pueblo pidió el 11 de septiembre: la independencia a través de un referéndum. «No podemos permitirnos el lujo de perder la esperanza ni de perder demasiado tiempo. Los catalanes quieren la independencia y es lo que les vamos a dar», dijeron los republicanos.

Adelanto

Mas, que anunció que la semana próxima habrá decisiones, tiene pocas opciones. Más bien sólo una, convocar elecciones. Porque el objetivo número uno de la legislatura, el pacto fiscal, ya es pasado y porque tendrá muy complicado aprobar los Presupuestos de 2013, tanto con el PP, como con Esquerra o PSC.

El PPC, que no sale bien parado en las encuestas, desaconsejó a Mas que adelante las elecciones porque «demostraría su fracaso». «Creemos que lo que toca es estabilidad, responsabilidad y seriedad», dijo la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, quien pidió a CiU que si «ha apostado por una acción claramente irresponsable y de ruptura como el estado propio, que no engañe». La dirigente del PP destacó la «invitación al diálogo de Rajoy desde la lealtad y responsabilidad institucional» para renegociar la financiación autonómica en 2013 pero sin optar al concierto económico.

El PSC también consideraría un fracaso de Mas el adelanto, que podría 'pillar' a los socialistas catalanes en mantillas, ya que aún ni siquiera han establecido el formato de primarias -abiertas o no a la ciudadanía- que quieren celebrar para elegir a su candidato. El PSC apuesta por un federalismo asimétrico como camino para resolver la relación entre España y Cataluña.