La familia de Carboneros abandona la lucha y acepta el desahucio

Llevaban resistiendo con ayuda de la presión social desde mayo, con lo que consiguieron dos aplazamientos. Pero, finalmente, la familia de la calle Ceniza, en Carboneros, asumió ayer la orden de desahucio que hostigaba en los últimos meses a Paqui, José María y sus cuatro hijos menores.

Antes de que llegase la comitiva judicial, a las nueve y media de la mañana, ya no quedaba nada ni nadie en la vivienda. Los antiguos propietarios habían dejado una puerta abierta, por la que entraron los funcionarios del juzgado y los representantes de Bancaja. Detrás de ellos, la volvieron a cerrar y, una vez dentro, el cerrajero cambió todas las cerraduras de la finca.

Según Juan José Sánchez, presidente de la Asociación de Afectados por la Hipoteca, «si estuviéramos protestando el triple de personas que la vez anterior, seguro que conseguíamos otro plazo, pero la familia ya está rendida y ha decidido no luchar más».

Desde ayer mismo, han podido alojarse en un piso, de manera provisional, facilitado por el Ayuntamiento. En parte, esta opción se debe a la mediación que ha realizado Cáritas entre la familia y la Delegación de Vivienda. Como detalló el director arciprestal, Paco Rodríguez, la negociación «no nos ha costado trabajo porque hay que agradecer la actitud del delegado de Vivienda, Andrés Núñez, que se ha volcado desde que hablamos con él».

No obstante, continúa abierto, de forma paralela, el proceso judicial que ha emprendido la familia al considerar que las imágenes incluidas en la tasación de 2006 no se corresponden con la realidad de la vivienda.

Con este episodio, se cierra el drama de una familia chiclanera que ha perdido su casa pero, como recordó Sánchez, «en Chiclana se ejecuta una orden de lanzamiento al día». Por eso, el próximo 26 de septiembre el colectivo de Afectados por la Hipoteca, con el apoyo de amigos, vecinos y familiares, intentará defender el caso de otra familia en la calle Sevilla (Fuente Amarga).