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Los padres amenazan a Wert con «acciones» por la situación en las aulas
El ministro se escuda en las «competencias autonómicas» para defenderse de polémicas como la de las tarteras o los libros
MADRID. Actualizado: GuardarMientras ayer el ministro de Educación, José Ignacio Wert, defendía en la sesión parlamentaria de control de Gobierno que las becas «se mantienen como estaban» y echaba balones fuera escudándose en la competencia de las comunidades autónomas, a la misma hora las asociaciones de padres ponían el grito en el cielo denunciando que «muchas familias se han quedado sin ayudas» debido al endurecimiento de los requisitos para acceder a las ayudas en el comedor y los libros de texto que encarecen la ya denostada economia de las familias. De hecho, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa) y la Confederación Católica de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), que agrupan un total de 15.000 asociaciones en España, amenazaron con «cualquier tipo de acción popular que lleva a la reclamación de los derechos» si no son escuchados en sus reivindicaciones al Ejecutivo, como la fijación de criterios en la cuantía que pagan los escolares por el servicio de comedor o la creación de un banco de libros de texto para todos los colegios.
El presidente de Ceapa cifró en un tercio las familias que tienen «serias dificultades» para adquirir los libros de texto y que las becas para material escolar descendieron de un 30% a un 50% dependiendo de las comunidades. Aparte de solicitar un fondo de libros sufragado con una partida extraordinaria en los Presupuestos Generales del Estado, las asociaciones piden que las empresas editoriales hagan «un esfuerzo» para bajar el precio y que el Gobierno fije unos temarios que sean invariables cinco años consecutivos, además de poder ser reutilizables. «Un monte no se mueve ni un rey deja de serlo. Los españoles estamos hartos de estas jugadas editoriales que obligan a renovar los libros periódicamente. Por otro lado, estamos en el siglo XXI y ya existen otros tipos de métodos, como el libro digital», señaló el representante de Concapa. Sánchez también apuntó otras medidas posibles, como que se fijen precios máximos o incluso «liberalizar» el sector y que las confederaciones puedan producir «libros genéricos». «No tiene nombre que prime el beneficio empresarial por encima del educativo», sentenció el representante de Ceapa.
Las agrupaciones denunciaronque las becas destinadas al comedor escolar han disminuido entre un 20% y un 50% -según las Comunidades Autónomas- , y que los precios de este servicio se han revalorizado más de un 30%. Carbonel declaró: «No podemos aceptar que existan presupuestos millonarios en defensa y que se deje a los niños sin comer, más aún cuando para muchos es la comida más importante del día o incluso la única». Según sus datos, Navarra (6,50 euros por día y niño) es la comunidad más cara para los alumnos del comedor, en contraposición con Canarias (3,60 euros) que es la más barata «si bien su precio ha aumentado un 33% respecto del año anterior», argumentó el presidente de Ceapa. En cuanto a la introducción de la fiambrera, exigen «unos controles y personal para los más pequeños», planteando un «precio razonable que deben fijar las asociaciones de padres»
Acusaciones
El propio ministro tuvo que defenderse ayer mismo de las acusaciones de la diputada del PSOE Susana Ros, quien le reprochaba que la fiambrera era «consecuencia de los recortes». Wert entonces esgrimió de nuevo el argumento de las «competencias autonómicas»: «Esto no tiene que ver nada con las decisiones del Gobierno», defendía en su turno, alegando que las quejas de Ros eran una «evidente exageración».
Durante el mismo acto, Wert tuvo que enfrentarse a críticas por sus declaraciones sobre que la enseñanza diferenciada por sexos «no tienen por qué suponer ni segregación ni discriminación», por lo que podrían ser sostenidos por fondos públicos si se llegase a reformar la ley. Albert Soler, también diputado socialista, reprochó al ministro «cómo puede financiar escuelas de élite cuando recorta 5.000 millones de euros en la escuela pública», y éste se defendió alegando que «no hay discriminación siempre que no suponga una desventaja para uno de los dos sexos» y que el cambio de legislación ya se plantea en Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia. También argumentó que la educación diferenciada es «una opción más» dentro del sistema educativo y que solo representa un uno por ciento dentro de la oferta.