El estreno soñado
El Levante debuta en Europa con una victoria ante el Helsinborgs y es líder de grupo
VALENCIA Actualizado: GuardarOrriols vivió ayer una noche que el levantinismo no olvidará nunca. El debut en la Europa League salió a pedir de boca, y el triunfo acompañado del inesperado liderato de grupo hacen del encuentro un estreno soñado. El solitario gol de Juanfran en la primera parte supone una página de oro en la historia de un club que sigue empeñándose en agrandar su leyenda.
Con los ojos todavía vidriosos del levantinismo por escuchar el himno de la Europa League y comprobar que ese mágico sueño era real, el equipo granota aparcó las emociones a un lado y dominó de cabo a rabo a un Helsinborgs correoso y bien situado. Los suecos no concedían espacios y mantenían alejados de su área a los azulgrana.
Insistentemente lo intentó el Levante, por ambas bandas y por centro, desdoblándose los laterales, con jugadas ensayadas... pero no había manera. Ángel tuvo la ocasión más clara de cabeza tras un gran centro de Pedro López, pero no pudo acertar. El dominio granota era tan claro como estéril, faltaba más mordiente, más agresividad.
Mientras, los suecos se conformaban con el empate, pero con algunos contragolpes dieron señales de estar sobre el campo. La defensa de valencianos (cuatro de los seis de la tierra que fueron titulares) que puso en liza Juan Ignacio se bastó para impedir llegada alguna sin sobresaltos.
Pero esos acercamientos dio más alas al Levante, que apretó el acelerador y pudo sentenciar antes del descanso. En una jugada de pillo, Míchel sacó rápido una falta cerca del área, Juanfran se internó en el área y el lateral definió de potente tiro raso y cruzado para hacer enloquecer a Orriols con un gol histórico. El primero en una fase de grupos europea.
Pero los azulgrana querían más. Juanlu, tan sólo dos minutos después, se coló por el mismo camino dejado por Juanfran y conectó un remate que se marchó rozando el poste, sin que Pedro Ríos se atreviera a remachar. Tampoco David Navarro pudo hacer el segundo tras una bonita jugada ensayada, con la que se llegó al descanso.
En la reanudación los granotas salieron demasiado fríos, perdidos. Fruto de las indecisiones, Djurdic cayó en el área derribado por Ballesteros, en lo que supuso la acción polémica de la noche. Entre eso y el duro disparo de Uronen en una falta al borde del área que sacó Keylor con la parada de la noche, a los valencianos le empezaban a temblar las piernas.
El Helsinborgs estaba ganando terreno, pero no hizo más daño que el comentado. Entre el capitán y David Navarro crearon un valladar que ya no fue posible traspasar para los suecos. Los granotas aguantaban atrás y sacaban contragolpes mortíferos, pero sin veneno en el aguijón. El desacierto de Ángel, que volvió a fallar una ocasión clarísima, y de Pedro Ríos en varias acciones evitó que los nórdicos se marchasen goleados.
Pero sin goleada, lo que sí hubo fue sufrimiento. El final del partido se acercaba y simplemente los acercamientos del Helsinborgs creaban nervios en la grada. Pero no en el césped. Los futbolistas azulgranas dieron una sensación de madurez impropia para un debutante europeo. Supieron gestionar a la perfección los minutos finales para que no se jugase a nada, y en la prolongación los suecos no tocaron siquiera el balón.
El estallido de alegría se hizo total con el silbido final del colegiado bielorruso, y de nuevo los ojos vidriosos del inicio empañaron la ovación al término del encuentro. El empate del Twente y el Hannover convierte en líder al equipo granota, y la victoria deja 200.000 euros en las arcas granotas, además de una puerta abierta de par en par a los sueños.